viernes, 20 de abril de 2012

HISTORIA- MASACRE EN NORUEGA


                                  
                                          DOCUMENTAL "MASACRE EN NORUEGA"

El asesino de Oslo y Utoya, Anders Behring Breivik. | Afp
Anders Behring Breivik conocido como Anders Breivik, es un fascista noruego, autor de los ataques del 22 de julio de 2011 en Noruega. Realizó la peor masacre cometida por una sola persona en la historia hasta ahora, con un saldo de 77 víctimas.

Breivik, que estudió en la Escuela de Comercio de Oslo, fue descrito por el periódico Verdens Gang (VG) como un ex francmasón, siendo que la logia masónica a la que pertenecía, laLogía San Juan San Olaf de las tres columnas de la obediencia masónica de la Orden noruega de los francmasones ha publicado en su web la expulsión en fecha inmediatamente posterior al atentado. Se define igualmente como nacionalista y conservador. En su supuesto perfil de Facebook, Breivik se autodefine como cristiano (luterano, de la Iglesia luterana noruega) y conservador, y había expresado sus simpatías por Winston Churchill y el héroe antinazi de la Segunda guerra mundial Max Manus. El periódico VG afirma que Breivik no poseía antecedentes, aparte de algunas infracciones de tráfico, y que el imputado estaba en posesión de una pistola Glock, un rifle y una escopeta registrados a su nombre. Breivik se había mudado a una pequeña localidad del condado de Hedmark, al oeste de la capital noruega, entre finales de junio y principio de julio de 2011.
Brevik fue miembro del partido derechista Fremskrittspartiet, (en noruego: partido del progreso) y de su sección juvenil. Según el actual líder de dicho partido, Ove Vanebo, Breivik dejó de participar a principios de la década del 2000, cuando sus visiones se volvieron extremistas.
Sobre el multiculturalismo y la inmigración, Breivik quiere ver a la sociedad europea más similar a las de Japón y Corea del Sur, dijo que "no están muy lejos del conservadurismocultural y el nacionalismo en su mejor" Expresó su admiración por el "monoculturalismo" de Japón y la admiración de ambas naciones por su denegación a aceptar a los refugiados.
De acuerdo con informaciones de la prensa local e internacional, Breivik participó activamente en la web social document.no, participaciones que han sido caracterizadas como muy críticas con el islam y pro israelíes. Además de declararse admirador de Churchill y Manus, también declara admirar al político holandés Geert Wilders, cuyo partido describe como el "único partido verdadero para los conservadores". En Twitter, Breivik citó con aprobación la frase del filósofo utilitario John Stuart Mill:
"Una persona con una creencia es igual a la fuerza de 100.000 que tienen solo intereses".
De acuerdo con su abogado, Breivik habría declarado que su acción fue "atroz" pero "necesaria", y que la había planificado durante un largo período de tiempo. Además se supo que había redactado un "manifiesto" de 1.500 páginas y lo había colgado en internet antes de los ataques; ese texto, titulado 2083. A European Declaration of Independence y firmado con el seudónimo de Andrew Berwick, gira en torno a la "guerra de culturas" y en cómo puede Europa combatir su inexorable islamizacion, en palabras del propio Breivik. También se dio a conocer que Breivik se identificaba a sí mismo con los Caballeros Templarios, una orden de corte masónico-esotérica creada por sí mismo, y que había colgado un vídeo en YouTube en que llamaba a sus seguidores a la guerra contra el marxismo y el Islam; en el vídeo aparecía empuñando un fusil automático y con un parche en el brazo que decía "Cazador de Marxistas". YouTube retiró el vídeo al día siguiente de la masacre por la noche.

Vista aérea de la pequeña isla de Utøya, un día antes de que tuviese lugar el tiroteo contra centenares de jóvenes del Partido Laborista.  


El atentado del 22 de julio de 2011

Según las investigaciones policiales, es el responsable de la colocación de la bomba que explotó en el centro de Oslo el 22 de julio de 2011 y del posterior tiroteo en el islote de Utøya, que dejaron un saldo de 77 muertos. Breivik se acercó al campamento juvenil del Partido Laborista en la mencionada isla, tras lo que, haciéndose pasar por un agente policial, cometió la masacre abriendo fuego contra la multitud, que él mismo se encargó de congregar a su alrededor con la excusa de ofrecerles información sobre la explosión que había tenido lugar un par de horas antes en la capital. El balance de muertes muestra que 68 jóvenes perdieron su vida en la masacre en Utøya y 8 en Oslo. Se desconoce si actuó solo o con ayuda. En caso de haber actuado por su cuenta habría sido uno de los casos más letales de 'lobo solitario' que se habrían producido hasta la fecha. Fue arrestado en Utøya 90 minutos después de comenzar a disparar, quedando bajo custodia policial.


Proceso judicial

La Policía noruega ha dicho que estudia la posibilidad de acusar a Breivik de crímenes contra la humanidad, ya que los crímenes de terrorismo de los que lo acusaron originalmente tienen una pena máxima de apenas 21 años de cárcel en el Código Penal noruego, mientras que los crímenes contra la humanidad tienen en ese mismo código una pena máxima de 30 años de prisión. esto ha llevado a generar un fuerte debate en la sociedad noruega, ya que la mayoría de la población considera que las penas contempladas por la legislación penal de su país son demasiado blandas; y en el caso especial de Breivik desearían verlo condenado a cadena perpetua o incluso, en el caso de algunos sectores más radicalizados por la indignación, a la pena de muerte.
Se anunció que su juicio comenzará el 16 de abril de 2012. En su primera vista pública, intentó justificar la masacre, presentándose: «Soy un comandante militar del movimiento de resistencia anticomunista noruego y jefe justiciar de la orden de los Caballeros Templarios».

Herido en Oslo 
Efectivos del cuerpo de rescate atienden a un herido en el lugar de la explosión de una bomba en Oslo. 

Autor de masacre en Noruega, relata pormenores en día más duro del juicio

"Nadie puede matar si no está mentalmente preparado", dijo Breivik, quien aseguró que no es un narcisista y "que siente un gran amor por su país". "No es normal, pero soy así".
Dpa
Publicado: 20/04/2012 13:18

Oslo. El autor confeso de la matanza que en julio pasado acabó con la vida de 77 personas en Noruega, Anders Behring Breivik, relató hoy los pormenores del tiroteo que llevó a cabo en la isla de Utoya durante la jornada más dura hasta el momento del juicio que arrancó a principios de esta semana.
"Hay que estar 'desemocionalizado', y eso hay que entrenarlo", explicó Breivik respecto a la preparación del ataque con bomba que provocó la muerte de 8 personas en Oslo y del tiroteo que acabó con la vida de otras 69 en Utoya.
"Nadie puede matar si no está mentalmente preparado", dijo Breivik, quien aseguró que no es un narcisista y "que siente un gran amor por su país". "No es normal, pero soy así".
El noruego de 33 años indicó que hasta 2006 fue una persona relativamente normal, pero que ese año comenzó el proceso de "entrenamiento y 'desemocionalización'".
Ante la corte y los familiares de muchas de las víctimas, Breivik relató su paso por la isla de los fiordos noruegos y el tiroteo contra todo el que se encontró en su camino.
"Ahora o nunca", pensó cuando apareció en la isla disfrazado de policía. Sacó la pistola de su bolsillo y comenzó matando a la cuidadora del campamento. Después cayó en estado de shock y asegura que recuerda poco de lo que ocurrió. Sin embargo, pudo dar detalles de más asesinatos. Quería matar a la mayor cantidad de personas posibles, aseguró. Mientras lo hacía, respiraba con fuerza.
Muchos familiares cerraron los ojos durante la narración, pero permanecieron en la sala para escucharlo.
Breivik confesó que tuvo miedo del ataque, confesó. "Si un grupo hubiera intentado resistirse, simplemente lo habría conseguido". En realidad su intención era disparar lo menos posible, pues lo que pretendía era que los jóvenes se lanzaran al agua y se ahogaran. En dos ocasiones gritó. "Hoy moriréis, marxistas".
Después quiso entregarse a la policía. En una primera llamada no consiguió contactar y en una segunda, sintió que no le tomaban en serio. Por eso siguió asesinando.
El extremista pensó incluso en suicidarse, al escuchar el ruido de un helicóptero en la isla de Utoya. "Pensé: ¿quiero sobrevivir a esto? Seré el hombre más odiado en Noruega y el resto de mi vida será una pesadilla", relató. "Pero pensé sobre lo que escribí en el manifiesto. Si es posible, uno debería rendirse y seguir luchando desde la prisión".
Al ser arrestado finalmente, Breivik pensó que había matado a un máximo de 40 personas en la isla. En realidad, acabó con la vida de 69, y su objetivo -como reiteró hoy- era asesinar a las 560 que se encontraban en el campamento del partido laborista.
Breivik viajó a Utoya al ver que el atentado con bomba en el barrio gubernamental de Oslo tuvo "pocos efectos", agregó. En ese ataque murieron ocho personas.
Durante la comparecencia del viernes, el noruego confesó que aprendió "mucho de Al Qaeda", organización terrorista a la que estudió durante cientos de horas en Internet y también mediante películas con la intención de crear una especie de "Al Qaeda para cristianos".
Según Breivik, la organización tiene tanto éxito porque utiliza mártires, pero el problema con los islamistas es, sin embargo, que usa demasiados explosivos en lugar de atacantes con armas de fuego.
Breivik también estudió y comparó a otras organizaciones terroristas. "La debilidad de (la organización separatista vasca armada) ETA es que teme a la muerte y no cree en la vida después de la muerte. Ésa es la debilidad de movimientos marxistas. La ventaja de Al Qaeda es que glorifica el martirio", afirmó.
Además, se declaró legalmente imputable y rechazó el primer informe psiquiátrico, que le declaraba paranoico esquizofrénico. Es difícil entender que alguien pueda ser tan extremo y fundamentalista, admitió. "Es fácil pensar, que es locura. Pero hay una difencia entre la violencia política y la locura en sentido médico", agregó.
El tribunal de evaluar dos informes psiquiátricos: uno de ellos le describe como paranoico esquizofrénico y no imputable, el otro le declara imputable. Si se toma como válido el primero, íria a parar a una institución psiquiátrica. De lo contrario, podría ser condenado a 21 años de prisión, la pena máxima contemplada en Noruega.

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