Casa embrujadas: El espeluznante caso de Amityville
No hay ciudad o pueblo que no tenga una casa embrujada,
aquella que desde niño miramos con miedo, más
que nada porque se trata de un lugar abandonado y en
mal estado, sobre el cual pesan una serie de historias,
que en la mayoría de los casos son inventadas
para justificar el porqué nadie las habita. Pero no todas estas casas embrujadas son puro cuento, o están deshabitadas. Hay algunas en donde realmente suceden cosas extrañas, aún con gente en su interior. La sede de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Viña del Mar es un ejemplo: las historias que se cuentan sobre esa casa y la cantidad de incendios sin explicación que registra Bomberos, ha dado pie para muchas leyendas. También está el conocido fantasma del Palacio Rioja, que se ha dejado ver y sentir en reiteradas oportunidades en los salones en donde funciona el Conservatorio de Música. |
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Pero hay casos en que estas extrañas presencias al interior de una casa han ido más allá de simples apariciones. Uno de los casos más perturbadores que registra la historia es el ocurrido en la localidad de Amityville, en Estados Unidos, donde una familia fue literalmente expulsada de su vivienda por entes de naturaleza desconocida, y hasta el día de hoy nadie ha sido capaz de volver a habitar esta casa. Los protagonistas del caso, que incluso inispiró una película, nunca quisieron hablar de lo que realmente ocurría en esa casa, hasta que hace algunos años dieron una entrevista a un programa periodístico en Estados Unidos, donde revelaron sólo parte de la espeluznante experiencia que les tocó vivir en la casa de Amityville. |
112, OCEAN
AVENUE
Esta historia tiene como escenario una casa ubicada
en el 112 de Ocean Avenue, en Amityville, Nueva York.
La madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor
de la familia DeFeo, de tan sólo 17 años,
asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos,
con un rifle, dejando un total de seis personas muertas.
Los investigadores no tenían ningún indicio
que les permitiese sospechar de alguien en concreto,
hasta que uno de los detectives que recorría
las habitaciones de la casa en busca de alguna pista
encontró en la pieza del único superviviente
dos cajas de cartón de balas para un rifle.
Las investigaciones comenzaron a arrojar resultados
asombrosos, como un robo que el joven habría
cometido contra su abuelo y sus extraños cambios
de humor. Después de largos interrogatorios,
la policía consiguió la confesión,
y el joven fue condenado a 25 años de prisión.
UNA
CASA POSEIDA POR EL ESPIRITU DEL MAL
Pero la verdadera historia de Amityville comienza días después, el 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después de los asesinatos. Ese día, otra familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz, se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, espaciosa y de muy bonita arquitectura, estaba a la venta a un precio excepcionalmente barato, y los Lutz decidieron obviar los violentos hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble, aunque solamente pudieron ocuparlo 16 días debido a los extraños fenomenos que se sucedían...
Pero la verdadera historia de Amityville comienza días después, el 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después de los asesinatos. Ese día, otra familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz, se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, espaciosa y de muy bonita arquitectura, estaba a la venta a un precio excepcionalmente barato, y los Lutz decidieron obviar los violentos hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble, aunque solamente pudieron ocuparlo 16 días debido a los extraños fenomenos que se sucedían...
Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el
matrimonio y sus hijas pequeñas sintieron una
presencia sobrenatural, que se iba haciendo más
fuerte cada día. Al principio, se escuchaban
ruidos extraños a lo largo del día; luego,
comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos
olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas
se abrían solas.
Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones
se sintió observada en ciertas partes de la casa,
principalmente en las habitaciones, y que una vio unos
ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través
de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas
repetitivas con los crímenes sucedidos en la
casa, pero soñando que las víctimas eran
los componentes de su familia.
La suppuesta entidad que habitaba la vivienda trató
incluso de apoderarse de los cuerpos de sus residentes,
manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos
a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual
los Lutz nunca han querido ahondar.
A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio
se convenció de que la casa estaba poseída
por una presencia demoníaca y recurririó
al sacerdote de la iglesia más cercana, quien
contaría después que al tratar de bendecir
la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz
que surgió de la nada desde la planta más
alta de la casa y que gritó: ¡¡¡
LARGATE DE AQUÍ !!!. Según los
relatos de la época, cuando el sacerdote ingresó
a la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto
y una nube de moscar invadió el lugar. El religioso
debió luchar con una fuerza física que
le impedía acercarse a la casa y finalmente fue
violentamente expulsado.
La visita del sacerdote marcó el punto en que
los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó
a sentir presencias extrañas también,
e incluso sentía miedo a abrir los grifos pues
suponía que una presencia maligna podía
salir de ellos si abría la llave de paso. Las
alucinaciones se hacían más comunes y
la desconfianza en la familia se acrecentaba, George
afirmaba que su mujer se estaba tranformando en una
bruja pués, según él, se le estaban
cayendo los dientes y el pelo. Tal punto que los Lutz
debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces
se encuentra deshabitada y sobre la cual pesa el estigma
de la leyenda de Amityville.
Fuente: Escalofrio.com
Daniel Lutz cuenta por primera vez la historia real de Amityville
Todos los amantes de lo paranormal tienen en sus mentes los trágicos
acontecimientos a los que se vieron implicados la familia Lutz en la
terrorífica casa de Amityville. Casi 40 años después, continúa siendo
uno de los casos de casas encantadas más conocidas de la historia que
conmocionó a gran parte del mundo. Los fatídicos eventos fueron una
fuente de inspiración para multitud de libros y películas. Muchas
personas afirmaron que la historia era un elaborado engaño, pero algunas
pruebas sugirieron lo contrario. Ahora, otro de los testigos ha decidió
hablar, Daniel Lutz, el niño que entonces tenía 9 años de edad hijo de
George y Kathy Lutz. En un nuevo documental llamado “Mi morada del miedo (My Amityville Horror)”
Daniel Lutz, de 46 años” decide por primera vez a hablar sobre el
horror que experimentó en la casa de Amityville y que le afectado para
toda la vida.
La casa de Amityville fue testigo de un asesinato en masa en 1974 cuando Ronald Defeo asesinó a toda su familia con un rifle. La madre de Ronald, el padre, las dos hermanas y sus dos hermanos fueron encontrados boca abajo en la cama. Uno de los grandes misterios fue que nadie había tratado de salir de sus camas para salir corriendo y escapar del asesino. Pero todo no acabo ahí, ese invierno, George Lutz, Kathy Lutz y sus tres hijos de un matrimonio anterior, se mudaron a la casa colonial holandesa en el 112 de Ocean Avenue, a unos 48 kilómetros al este de la ciudad de Nueva York. Durante los siguientes 28 días, la familia sufrió extraños acontecimientos que iban desde inexplicables hordas de moscas a visiones demoníacas. Los Lutz huyeron, dejando atrás todas sus posesiones. Su historia, sin embargo, nunca se fue. El caso tuvo un gran impacto social que provocó un fenómeno mediático que todavía en la actualidad continua en la memoria pública.
En este nuevo y revelador documental, Daniel Lutz, el mayor de los hermanos Lutz, que tenía 9 años cuando ocurrieron los hechos, explica en primera persona que tenía una relación conflictiva con su padrastro y afirma haber estado sin hogar durante un período de tiempo después de dejar a su familia en su adolescencia:
“Él ha estado cargando con este peso durante casi 40 años”, dijo Eric Walter, el joven cineasta que dedicó tres años para la realización del documental.
Daniel Lutz todavía recuerda los extraños fenómenos vividos en su infancia, que para muchos serian auténticas historias de terror:
“Mi trabajo consistía en colocar cajas dentro. Entonces entré en la sala de juegos de la casa y encontré unas cuatrocientas o quinientas moscas zumbando alrededor. Empecé a golpear las paredes y ventanas con un periódico. Maté a un centenar de moscas en unos cinco minutos. Luego corrí escaleras abajo para decírselo a mamá y cuando regresé hasta las moscas muertas habían desaparecido, incluso habían desaparecido los periódicos.”
Daniel afirmó que lo sucedido en la casa de Amityville le afectó profundamente:
“Yo creo que el mal puede manifestarse de cualquier manera o forma que elija y yo estoy seguro de que era una víctima de eso. Mi madre solía decir que las cosas buenas le pasan a la gente buena y que las cosas malas le pasan a la gente mala. Pero a veces las cosas malas también le pasan a la gente buena.”
El trágico asesinato de los Defeo
La casa de Amityville fue testigo de un asesinato en masa en 1974 cuando Ronald Defeo asesinó a toda su familia con un rifle. La madre de Ronald, el padre, las dos hermanas y sus dos hermanos fueron encontrados boca abajo en la cama. Uno de los grandes misterios fue que nadie había tratado de salir de sus camas para salir corriendo y escapar del asesino. Pero todo no acabo ahí, ese invierno, George Lutz, Kathy Lutz y sus tres hijos de un matrimonio anterior, se mudaron a la casa colonial holandesa en el 112 de Ocean Avenue, a unos 48 kilómetros al este de la ciudad de Nueva York. Durante los siguientes 28 días, la familia sufrió extraños acontecimientos que iban desde inexplicables hordas de moscas a visiones demoníacas. Los Lutz huyeron, dejando atrás todas sus posesiones. Su historia, sin embargo, nunca se fue. El caso tuvo un gran impacto social que provocó un fenómeno mediático que todavía en la actualidad continua en la memoria pública.
Las experiencias de Daniel Lutz
En este nuevo y revelador documental, Daniel Lutz, el mayor de los hermanos Lutz, que tenía 9 años cuando ocurrieron los hechos, explica en primera persona que tenía una relación conflictiva con su padrastro y afirma haber estado sin hogar durante un período de tiempo después de dejar a su familia en su adolescencia:
“Él ha estado cargando con este peso durante casi 40 años”, dijo Eric Walter, el joven cineasta que dedicó tres años para la realización del documental.
Daniel Lutz todavía recuerda los extraños fenómenos vividos en su infancia, que para muchos serian auténticas historias de terror:
“Mi trabajo consistía en colocar cajas dentro. Entonces entré en la sala de juegos de la casa y encontré unas cuatrocientas o quinientas moscas zumbando alrededor. Empecé a golpear las paredes y ventanas con un periódico. Maté a un centenar de moscas en unos cinco minutos. Luego corrí escaleras abajo para decírselo a mamá y cuando regresé hasta las moscas muertas habían desaparecido, incluso habían desaparecido los periódicos.”
Daniel afirmó que lo sucedido en la casa de Amityville le afectó profundamente:
“Yo creo que el mal puede manifestarse de cualquier manera o forma que elija y yo estoy seguro de que era una víctima de eso. Mi madre solía decir que las cosas buenas le pasan a la gente buena y que las cosas malas le pasan a la gente mala. Pero a veces las cosas malas también le pasan a la gente buena.”
Cuando Daniel se mudó a la casa con su madre Kathy, el padrastro y
ex-marine George, su hermano de siete años Christopher y su hermana de
cinco años Melissa, no tenía ni idea del pasado oscuro de la casa:
“Yo no sabía nada de lo que pasó allí hasta el día en que entré en la casa. Mamá nos dijo: “Hay algo que quiero que sepas. Había una familia que fue asesinada aquí”. Ella nos preguntó si nos molestaría. Pero cuando uno tiene esa edad apenas sabe lo que es un asesinato.”
A parte del incidente con las moscas, los primeros sus días en la casa fueron relativamente tranquilos, hasta que una noche, la familia escuchó unos extraños ruidos en el exterior de la casa:
“Toda la familia vio la puerta del garaje golpeando de arriba abajo. Fui allí con George y estaba colgando de un lado de la puerta y él tiraba hacia abajo desde el otro lado.”
Lo peor estaba por venir, cuando Danny levantó la vista y vio a una criatura de aspecto maligno en la ventana del dormitorio de Melissa. Parecía un personaje de dibujos animados con los ojos rojos:
“Subí corriendo a su habitación y la mecedora se estaba moviendo sola.”
En otra ocasión, Daniel dice que una fuerza desconocida le levantó:
“Yo estaba en el segundo piso cuando se proyectó la escalera en la pared. Me levanté y ya no tenía el control de mí mismo. Mi madre estaba a 4 metros detrás de mí y estaba en shock. Algo la había tocado. Desde algún lugar en la sala una misteriosa voz que dijo: “Eres tú”.”
Aunque los acontecimientos siniestros alcanzaron un punto culminante en la noche del 14 de enero de 1976:
“Mi hermano y yo compartimos una experiencia de levitación en la cama. Los dos nos despertamos y nuestras cabeceras y pies estaban aplastándonos y golpeándonos uno al otro en el techo. Después de eso mamá me dijo: “Ve a preparar tu maleta. Nos vamos a casa de la abuela, vamos a salir de aquí.” Yo no sabía que nunca regresaría a la casa de Amityville.”
En una entrevista al hermano menor de Daniel, Chris Lutz reveló que su padrastro George podría haber sido el causante de la actividad paranormal en el hogar mediante la práctica de la brujería y la celebración de sesiones de espiritismo. Tras esta impactante confesión, Chris también afirmó que los fenómenos paranormales le han seguido después de mudarse de la casa de Amityville.
Muchos creen que la historia de la familia Lutz era un engaño, otros creen que George Lutz tenía un interés en lo oculto y que los acontecimientos desencadenados en la casa eran debido a ese interés. Otras personas afirman que Daniel está recordando cosas que no sucedieron, conocido como síndrome de la memoria falsa. Pero la realidad es que los Lutz nunca buscaron la publicidad. En la actualidad, Daniel vive en el suburbio de Nueva York y conduce una furgoneta de reparto. Se fue de casa a los 15 años, pero se reconcilió con su madre. Ella murió en 2004 a los 57 años. En el documental “Mi morada del miedo (My Amityville Horror)” Daniel rompió su silencio, dando respuesta a todas las dudas que quedaban.
Fuente: Mundoesotericoparanormal.com
“Yo no sabía nada de lo que pasó allí hasta el día en que entré en la casa. Mamá nos dijo: “Hay algo que quiero que sepas. Había una familia que fue asesinada aquí”. Ella nos preguntó si nos molestaría. Pero cuando uno tiene esa edad apenas sabe lo que es un asesinato.”
A parte del incidente con las moscas, los primeros sus días en la casa fueron relativamente tranquilos, hasta que una noche, la familia escuchó unos extraños ruidos en el exterior de la casa:
“Toda la familia vio la puerta del garaje golpeando de arriba abajo. Fui allí con George y estaba colgando de un lado de la puerta y él tiraba hacia abajo desde el otro lado.”
Lo peor estaba por venir, cuando Danny levantó la vista y vio a una criatura de aspecto maligno en la ventana del dormitorio de Melissa. Parecía un personaje de dibujos animados con los ojos rojos:
“Subí corriendo a su habitación y la mecedora se estaba moviendo sola.”
En otra ocasión, Daniel dice que una fuerza desconocida le levantó:
“Yo estaba en el segundo piso cuando se proyectó la escalera en la pared. Me levanté y ya no tenía el control de mí mismo. Mi madre estaba a 4 metros detrás de mí y estaba en shock. Algo la había tocado. Desde algún lugar en la sala una misteriosa voz que dijo: “Eres tú”.”
Aunque los acontecimientos siniestros alcanzaron un punto culminante en la noche del 14 de enero de 1976:
“Mi hermano y yo compartimos una experiencia de levitación en la cama. Los dos nos despertamos y nuestras cabeceras y pies estaban aplastándonos y golpeándonos uno al otro en el techo. Después de eso mamá me dijo: “Ve a preparar tu maleta. Nos vamos a casa de la abuela, vamos a salir de aquí.” Yo no sabía que nunca regresaría a la casa de Amityville.”
En una entrevista al hermano menor de Daniel, Chris Lutz reveló que su padrastro George podría haber sido el causante de la actividad paranormal en el hogar mediante la práctica de la brujería y la celebración de sesiones de espiritismo. Tras esta impactante confesión, Chris también afirmó que los fenómenos paranormales le han seguido después de mudarse de la casa de Amityville.
El misterio continúa
Muchos creen que la historia de la familia Lutz era un engaño, otros creen que George Lutz tenía un interés en lo oculto y que los acontecimientos desencadenados en la casa eran debido a ese interés. Otras personas afirman que Daniel está recordando cosas que no sucedieron, conocido como síndrome de la memoria falsa. Pero la realidad es que los Lutz nunca buscaron la publicidad. En la actualidad, Daniel vive en el suburbio de Nueva York y conduce una furgoneta de reparto. Se fue de casa a los 15 años, pero se reconcilió con su madre. Ella murió en 2004 a los 57 años. En el documental “Mi morada del miedo (My Amityville Horror)” Daniel rompió su silencio, dando respuesta a todas las dudas que quedaban.
Fuente: Mundoesotericoparanormal.com
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