1. El Río Tinto, en la provincia de Huelva. Su nombre viene dado por el color rojo intenso de sus aguas, debido a un pH bajo que permite que el ión férrico se encuentre en disolución. Ríos del mismo color, ríos de sangre, corrieron por la Cuesta del Caracol el 19 de julio de 1936 al ser los mineros de Río Tinto traicioneramente tiroteados por los hombres del comandante de la Guardia Civil Gregorio Haro Lumbreras.
Era un sábado cualquiera en Nerva, población de 17.000 habitantes en la cuenca minera de Huelva. El sol de julio calentaba sin piedad. Los que no estaban trabajando, dormían la siesta. Algunos tomaban café o jugaban a las cartas en las tabernas. Muchos escuchaban la radio, sentados bajo el aire que movían los ventiladores de techo.
De repente, a eso de las cuatro, la copla que cantaba la Piquer en las ondas de“Unión Radio Sevilla”, se interrumpió dando paso a una voz ronca, masculina, militar… una voz desconocida hasta entonces pero que pronto se haría odiosa:
“(…) se declara el estado de guerra…(…) serán pasados por las armas los directivos de los sindicatos…(…) todas las armas serán entregadas…(…) espero que no tendré que tomar ninguna de las medidas anunciadas en bien de la Patria…La gente de Nerva, los mineros, escuchaban atónitos cómo el general Queipo de Llano, hasta entonces Inspector General de Carabineros, se había autoproclamadoGeneral en Jefe de la 2ª División del recién formado Ejército del Sur, declarando elEstado de Guerra que el fascista general Franco había dispuesto para derrocar al gobierno de la República, el gobierno democráticamente elegido por el pueblo.
Sevilla, a 18 de julio de 1936
El general de la División : GONZALO QUEIPO DE LLANO”
2. Queipo de Llano era odiado por las diatribas y exabruptos que lanzaba, a través de las ondas de Radio Sevilla, contra los republicanos. Estos intentaron ridiculizarle en varias ocasiones aludiendo a su afición por las prostitutas y el alcohol, como en esta caricatura, aunque parece ser que era abstemio debido a una afección hepática.
Aquel sábado había dejado de ser un sábado cualquiera. La noticia corrió de boca en boca, como la pólvora, mientras los modestos aparatos de radio vomitaban marchas militares. Desde Marruecos, el ejército de África pasaba a la península. Losfascistas marchaban sobre Sevilla iniciando la rebelión contra el gobierno.
En Nerva, Río Tinto, Valverde, Peña de Hierro, Mesa de los Pinos, San Juan del Puerto, Zalamea la Real, Campillo… los mineros, aguerridos, curtidos en el trabajoy en la lucha social, tuvieron claro desde el principio lo que se avecinaba.
Y así, comenzaron a requisar a la empresa minera automóviles y camiones. Con ellos recorrieron los pueblos de la cuenca minera, intentando organizar milicias en defensa del régimen republicano.
3. Concentración de los mineros de la cuenca hacia 1900, probablemente en Río Tinto. Su fama de combativos venía ya de 1888, cuando fueron tiroteados por los soldados debido a sus protestas contra la compañía minera inglesa por el durísimo trabajo y la inhalación de gases nocivos.
Reunieron todas las escopetas de caza que pudieron. En Nerva y otras poblaciones, los milicianos rodearon el cuartel de la Guardia Civil exigiendo armas para defender a la República. Los guardias, tras unos instantes de tensión insoportable, se las entregaron sin saber qué harían con ellos. Pero nada malo les hicieron. Aliviados, pudieron marcharse a sus casas. Un mes más tarde, esos mismos guardiasutilizaron, a sangre fría, sus armas fascistas contra el pueblo que, incluso en aquellos instantes de exaltación, había respetado sus vidas.
El gobierno envió, ese mismo día, a un diputado para organizar una columna minera que se trasladase a Sevilla para luchar junto a los trabajadores que resistían en el barrio de Triana contra las tropas de Queipo. A eso de las 12 de la noche la columna salía de Nerva; la componían mineros y trabajadores de los sindicatos CNTy UGT que habían requisado a la Rio Tinto Company Ltd. 15 camiones, 4automóviles y 250 kg de dinamita.
4. Vehículo de la compañía minera de Río Tinto, requisado y acondicionado por los mineros para poder luchar contra las tropas franquistas.
En algunos pueblos del camino se les unieron algunos mineros más. Las cifras que barajan los historiadores son dispares, ya que oscilan entre los 200 y los 500 hombres. En lo que todos están de acuerdo es en lo pobre y variopinto de su armamento, compuesto de la dinamita, algunos fusiles requisados a la guardia civil y muchas escopetas de caza. Y en que les sobraba corazón y les faltabapreparación.
Las autoridades militares republicanas de Huelva reforzaron a la columna minera con un contingente mejor armado y preparado para el combate compuesto por 120 efectivos de la Guardia Civil y de la Guardia de Asalto. Pero cometieron un granerror al encomendar inexplicablemente el mando al comandante de la Guardia Civil,Gregorio Haro Lumbreras, que ya había estado implicado, tres años antes, en unasublevación antirrepublicana.
Haro Lumbreras, que tenía órdenes de esperar a los mineros en La Palma del Condado, las desobedeció, saliendo hacia Sevilla unas horas antes que laColumna Minera. Una vez llegados allí, se hicieron pasar por tropas republicanas, siendo aclamados por los obreros que luchaban en el barrio sevillano de Triana. Pero en realidad se pusieron al servicio de Queipo, con quien ya se habían puesto previamente de acuerdo.
Queipo ordenó a Haro Lumbreras salir al encuentro de la Columna Minera a la que había traicionado. Cruzando Santiponce y Camas, llegó al cruce de carreteras de La Pañoleta, donde preparó una emboscada.
5. Actual rotonda de La Pañoleta, barriada de Camas (Sevilla). En las cercanías de este lugar, conocido vulgarmente como "rotonda de los pisos Cipriano", donde en 1936 se cruzaban las carreteras de Huelva y de Mérida, tuvo lugar la emboscada de Haro Lumbreras a la Columna Minera.
Cuando la mañana del domingo 19 de julio aparecieron los primeros camiones de la columna, Haro Lumbreras y sus hombres les esperaban ocultos tras los matorrales. Dejando pasar a parte de la columna, abrieron fuego de ametralladoras contra los mineros quienes, sorprendidos y rodeados, no pudieron hacer otra cosa queparapetarse como pudieron en los camiones y automóviles. Haro, sabedor de que llevaban dinamita, ordenó disparar contra los vehículos. Un automóvil, un Packardpropiedad del director de la compañía de Rio Tinto, hizo explosión dejando desperdigados y destrozados los cuerpos de 25 mineros.
El humo provocado por la explosión favoreció que un buen número de los minerospudiesen escapar de la encerrona, aunque los hombres de Haro Lumbreras lograron capturar a 71, tres de los cuales morirían a causa de sus heridas.
6. Barricada republicana en la plaza de San Julián de Sevilla.
Con ellos volvió triunfante Haro Lumbreras a Sevilla, donde comenzó a llamársele“El Héroe de la Pañoleta” por haber conseguido destrozar a unos hombres mal armados y organizados que, según se encargaría la propaganda de Queipo en difundir por la radio, venían a “volar la Giralda y la catedral”, bulo que se propaló con éxito entre la población de Sevilla y que ha llegado hasta nuestros días.
Los prisioneros restantes pasaron por diferentes prisiones antes de ser recluidos en el barco prisión Cabo Carboeiro, anclado en el muelle de Tablada, en elGuadalquivir. Allí fueron mantenidos como rehenes hasta que se consiguió larendición de la zona minera.
Juzgados en un simulacro de Consejo de Guerra, fueron sentenciados a serfusilados (excepto uno que se libró por tener sólo 16 años) por “rebelión militar”, ellos que ni eran militares ni habían desobedecido a sus mandos, como habían hecho precisamente quienes ahora les asesinaban.
7. Audiencia Provincial de Sevilla, en la plaza de San Francisco. Los prisioneros de laColumna Minera son condenados en un juicio sin esperanza. No está claro si la fotografía corresponde al momento de su entrada o de su salida.
Una madrugada les llevaron a diferentes lugares de Sevilla, en especial a aquellos que más se habían distinguido en la lucha contra los sublevados: Murallas de La Macarena, descampado en Amate, calle Pagés del Corro; otros en La Pañoleta, San Julián, Plaza del Pumarejo y tapias del cementerio de San Fernando. Allí fueron pasados por las armas, sirviendo de “escarmiento público”. Todas las ejecuciones contaban con el beneplácito y la bendición del Cardenal Segura.
8. Monolito instalado en la muralla de la Macarena de Sevilla erigido en homenaje a losrepublicanos asesinados en este lugar, entre ellos algunos de los integrantes de laColumna Minera, en los primeros días de la sublevación fascista.
En cuanto a Haro Lumbreras, fue nombrado gobernador civil y militar de Huelva. Su mandato coincidió con la represión más dura que sufrió la provincia, en especial laCuenca Minera de Río Tinto. Cada día fusilaban a decenas de personas que pagaron muy cara su oposición al golpe fascista. A tales niveles llegó elensañamiento, que en Río Tinto tuvieron que habilitar una gran fosa para "echar desde una cubeta" los restos humanos y cadáveres que se iban amontonando sin identificación. La cal viva hizo el resto.
9. Fosa común de algunos mineros de Riotinto fusilados en los días posteriores a la toma de la cuenca minera por las tropas nacionales.
Haro Lumbreras llevaba a cabo con tal celo su misión de limpieza de elementos“marxistas” que hasta los propios alcaldes franquistas decían que cumplió con exceso su “elevada” misión.
Nunca sabremos qué hubiera pasado si la columna minera hubiera conseguido parar aQueipo en Sevilla cuando aún no tenía la ciudad totalmente controlada. Es muy posible que el curso de la guerra hubiera sido otro. Lo cierto es que la decisión de nombrar a Haro Lumbreras como jefe de la parte militar de la columna destinó a ésta al fracaso y a los mineros a la muerte.
10. El comandante Redondo y sus requetés andaluces posan sonrientes tras la"liberación" de Río Tinto. La Columna Redondo se hizo tristemente famosa por la sangrienta represión que llevó a cabo.
Los mineros onubenses fueron los primeros en oponerse masivamente por las armas al fascismo, sacando los colores a las democracias europeas que no quisieron hacerlo cuando aún estaban a tiempo. Nuestro homenaje a la solidaridad que demostraron con los trabajadores de Sevilla para combatir a quienes pretendían liquidar la democracia, la libertad y la dignidad de todo un pueblo.
11. Los heróicos mineros onubenses no han sido olvidados, como lo demuestra esta placa del monolito erigido en su memoria por el ayuntamiento de la localidad de Camas (Sevilla) en el lugar de los hechos.
Y también nuestra memoria para aquel traidor y asesino de masas, Gregorio Haro Lumbreras, comandante de la Guardia Civil, que empleó sus armas contra el pueblo traicionando su confianza y traicionando al gobierno de la República que las había puesto en sus manos para defender la legalidad vigente y no para utilizarlas comoverdugo del fascismo.
Nunca lo olvidaremos.
Fuente: Fusilados de Torrellas.
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