sábado, 21 de abril de 2012

GRANDES ASESINOS FASCISTAS 2- BEN MEZZIAN Y LOS MOROS DE FRANCO



Mohammed Ben Mezzian, el bulldog de Franco. 

“180 pesetas al mes, con dos meses de anticipo. 4 kilos de azúcar, una lata de aceite y tantos panes como hijos tuviera la familia del alistado”

Ésta fue la verdadera razón que convenció a los Rifeños de la zona norte deMarruecos, la del Protectorado español, para alistarse en las filas del ejército sublevado a las órdenes de Franco en 1936.

En parte a la fuerza, pero sobre todo por hambre“Hambrea a tu perro y te acompañará a donde quieras”, proclama un antiguo dicho. Años de sequías ymalas cosechas, años de soportar la brutal política española de aplastamiento de su lucha anticolonialista, unidos al falaz argumento de que compartían con loscristianos franquistas la creencia en Dios, convencieron a los musulmanes rifeñosde embarcarse en la “cruzada” contra los ateos republicanos, comunistas y anarquistas.


Cartel de propaganda franquista, destacando a España como referente espiritual del mundo. La cruz que aparece en él oculta a la media luna musulmana en la que se apoyó para lograrlo.



Con el traslado a la península de estas aguerridas tropas, comienza uno de los episodios más esperpénticos de la rebelión franquista: el uso por un “caudillo”autoproclamado adalid del nacional-catolicismo, de guerreros musulmanes para masacrar sin piedad a otros españoles, en gran parte también católicos




Franco utilizó las tropas marroquíes como carne de cañón, para evitar el mayor número posible de bajas entre sus soldados españoles. Pero también, y principalmente, como arma psicológica contra los republicanos. Cuantos máscrímenes y salvajadas cometieran los “moros”, menos valor tendrían los soldados de la República para afrontarlos.

La guerra del Rif había sido brutal y salvaje. No hubo atrocidad cometida por losrifeños que no fuera superada inmediatamente por los españoles y viceversa. Arturo Barea lo relata en “La Forja de un Rebelde”



"La bestialidad es seguramente la cosa más contagiosa que existe. Ellos les cortaban los testículos a los soldados y se los atascaban en la boca. Entonces nosotros les cortábamos las cabezas a los moros y adornábamos el parapeto de la posición por la noche".

Legionarios exhibiendo cabezas decapitadas de moros en la punta de sus bayonetas. Primo de Rivera, en una visita realizada a un acuartelamiento de la Legión Extranjera en 1925, expresó su disgusto por estas prácticas. 



Aquellos mercenarios marroquíes tenían la bendición de sus muy católicos oficiales españoles para saquear, violar y mutilar en las poblaciones conquistadas. Es decir, los mismos métodos del pillaje, la destrucción, la violación y el corte de orejas, cabezas y testículos que habían sido empleados desde siempre por elEjército africanista español en su guerra contra los rifeños.


"Con el aliento de la venganza de Dios sobre las puntas de sus machetes persiguen, destrozan, matan y embriagados con la sangre la columna avanza".
Así describe el jesuita Alberto Risco, en su libro “La epopeya del Alcázar de Toledo”, la entrada en la ciudad, el 29 de septiembre de 1936, de las tropas del coronel Mohamed Mezzian, el marroquí que alcanzó la más alta graduación en el ejército de Franco. Llegó a Capitán General.

Otra imagen de Ben Mezzian. 



Una casualidad explica, al parecer, la excepcional carrera militar de Mezzian. En 1910, cuando apenas tenía trece años, subió al encerado y resolvió un problemaante la mirada atenta de Alfonso XIII que visitaba su colegio, según relató "El Telegrama de Melilla". El monarca, agradado, preguntó al pequeño qué quería ser y este le contestó: “Capitán”. Tres años después el rey apadrinó su ingreso en laAcademia de Infantería de Toledo cuyo reglamento hubo de ser modificado para que pudiera ingresar un musulmán.

El 17 de julio de 1936, que fue realmente el primer día de la sublevación militar,Mezzian tendría la oportunidad de “agradecer” a su país de acogida lo que había hecho por él. Al frente del 2º Tabor de Regulares, se unió a los sublevados para atacar la base de hidroaviones de El Atalayón, en Melilla, defendida por un puñado de oficiales, suboficiales y soldados leales a la República, al mando del capitán Virgilio Leret. Allí ocasionaron las primeras víctimas de la Guerra Civil.


Tras 3 horas de resistencia, el capitán de aviación Virgilio Leret arrojó su revólver a los pies del capitán de la fuerza atacante de la base de hidroaviones de El Atalayón. "Yo soy el jefe y estos hombres se han limitado a seguir mis órdenes", le dijo fríamente. La tarde del 23 de julio fue fusilado junto a cuatro de sus subordinados. Su esposa, la escritora y periodista Carlota O'Neill, pasó cinco años en prisión.



Poco después, ya en la península, comenzó la cruel carrera de dudosa gloria deMezzían, al lado de su “compañero de armas” Franco, desempeñando un papel importante en la “liberación” del Alcázar de Toledo, en la marcha sobre Madrid y en las batallas de Teruel y del Ebro


La ocupación de Toledo fue especialmente brutal y sanguinaria. John Whitaker, periodista e historiador norteamericano, recoge en la revista Foreign Affairs, en octubre de 1942, sus conversaciones con oficiales del Ejército español que le reconocen que los rifeños de Mizzian mataron a los heridos republicanos del hospital toledano de San Juan Bautista"Presumían de la manera en que habían lanzado granadas sobre doscientos hombres indefensos y aterrados", recuerda.


Los nacionales proyectaron en su propaganda una imagen de "cruzada contra las hordas rojas y ateas", evitando en lo posible las referencias visuales a sus tropas musulmanas. Y cuando esto no fue posible, mantuvieron hacia ellas una actitudpaternalista, haciendo parecer a los " moros" como indivíduos infantiles e inocentes, supeditados a los blancos



En Toledo, como en otras poblaciones que antes habían ocupado, las tropas deMezzian se dedicaron a lo que mejor sabían hacer: fusilar en masa a los prisioneros,castrándolos y paseando sus despojos pinchados en sus bayonetas como símbolo de victoria. Violar a las mujeres hasta matarlas. Saquear las viviendas vendiendo en improvisados zocos los productos de su rapiña

Los Regulares de Mezzian y los legionarios fueron asimismo autores delfusilamiento sobre sus propios camastros de más de 100 heridos y enfermos del hospital de Tavera, a las afueras de Toledo, que no habían podido ser evacuados. De la Maternidad toledana sacaron además a no menos de 20 mujeres embarazadas a las que condujeron al cementerio municipal donde las ejecutaron.


Soldados marroquíes en el frente de Madrid. 



Del trato de Mezzian a las mujeres da idea el hecho de que en Navalcarnero, pueblo cercano a Madrid, hubo un burdel con prostitutas traídas de Marruecos a las queMezzian añadía personalmente chicas españolas de la zona a las que había“cazado”Se dice que muchas se quitaron la vida.


"Me encontraba con este militar moro en el cruce de carreteras cerca de Navalcarnero en el otoño de 1936”, continúa Whitaker en su artículo, "cuando dos muchachas españolas, que parecían aún no haber cumplido los veinte años, fueron conducidas ante él. A una se le encontró un carné sindical; la otra, de Valencia, afirmó no tener convicciones políticas. Mezzian las llevó a un pequeño edificio que había sido la escuela del pueblo donde descansaban unos cuarenta moros. (...) Se escuchó un ululante grito salido de las gargantas de la tropa. Asistí a la escena horrorizado e inútilmente indignado. Mezzian sonrió afectadamente cuando le protesté, diciéndome: 'Oh, no vivirán más de cuatro horas ' ".
Estas y otras “hazañas” similares inclinaron a su amigo Franco a nombrar aMezzian en 1953, después de otros varios cargos, Capitán General de Galicia. Fue allí, en Santiago de Compostela precisamente, donde como representante deFranco tuvo que realizar la ofrenda al apóstol “Matamoros”. Antes de celebrar la ceremonia oficial, manos piadosas se esmeraron en ocultar bajo tapices y ramos a los moros despanzurrados bajo el blanco corcel en la imagen del santo que preside el templo. Así pudo respetarse la “sensibilidad” de aquel devoto musulmán.

"Santiago Matamoros guerrea en 1500", pintura de Juan de FlandesMuseo Lázaro Galdiano de Madrid. 



En 1956, al obtener Marruecos la independencia, el rey Mohamed V le pidió que se encargara de la organización del nuevo ejército marroquí, por lo que solicitó su baja en el ejército español y, junto con el futuro rey Hassan II, protagonizó la despiadadarepresión de la sublevación del Rif, cuyos habitantes rebeldes fueron bombardeados con napalm

Después de acumular cargos y honores en Marruecos, incluído el de embajador de ese país en EspañaMezzian murió en Madrid en marzo de 1975, el mismo año que el “Generalísimo”. Hasta entonces había estado cobrando la paga que aún percibía del ejército español a pesar de su baja en el mismo.


En 1924, el entonces capitán Mezzian salvó la vida de Franco, al que un rifeño apuntaba con su arma. Este fue el origen de la "amistad inquebrantable" entre el futuro dictador y el militar marroquí. En la imagen, puede verse a Ben Mezzian junto al teniente coronel Temprano, a cuyas órdenes estaba entonces.



Tantos “méritos” acumuló que, en 2006 su hija, Leila Mezzian, inauguró un museodedicado a la memoria de su padre, lleno de fotos del dictador Franco con “su”general rifeño. El museo se encuentra en Nador, a doce kilómetros de Melilla. Ocupa la casa natal de Mezzian, que también le fue regalada por su protector Franco por los servicios prestados.

En la inauguración se dieron cita varios ministros y un puñado de generales marroquíeshistoriadores y personalidades de las finanzas. Lo malo, para laMemoria Histórica de nuestro país, es que también estuvieron invitados en lugar de honor varios españoles: concretamente el embajador de España en Marruecos,Luis Planas, y dos generales, el teniente general Rafael Barbudosegundo jefe de Estado Mayor del Ejército, y el general Vicente Díaz de Villegascomandante general de la ciudad de Melilla. El embajador además, se desplazó en un avión privado desde Rabat, puesto a disposición de los invitados por la familia deMizzian.


Que cada cual saque sus propias conclusiones.



Fuente: Fusilados de Torrellas.

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