Portada de la edición en inglés del libro Historia de un atentado aéreo contra el General Franco deAntonio Téllez.
12 de septiembre de 1948. La historia de España está de nuevo a punto de ser modificada de forma drástica. Un misterioso avión proveniente de Francia sobrevuela por unos minutos la donostiarra Bahía de la Concha. En el palco de honor, Franco y los jerifaltes del régimen se agolpan para presidir esa tranquila mañana de domingo deregatas. Desconocen que sobre sus cabezas gravitan varios kilos de bombas incendiarias. Un grupo de anarquistas exiliados está a punto de materializar su conspiración: asesinar al dictador.
Un mes antes, Laureano Cerrada Santos, cenetista destacado en la Guerra Civil, después activo resistente contra la ocupación nazi en Francia y actualmente relevante dirigente de la CNT-FAI en el exilio francés se decide a liquidar a Franco en una espectacular operación.
Para ello se reúne con un reducido grupo de colaboradores: Antonio Ortiz Ramírez, antiguo comandante de la Columna Sur-Ebro durante la Guerra Civil, José Pérez Ibáñez, también anarquista, y Primitivo Pérez Gómez, veterano piloto de caza republicano. El plan es bombardear la embarcación de Franco mientras preside la segunda jornada de regatas de traineras en San Sebastián, el 12 de septiembre.
Dos de los tripulantes del avión, José Pérez y Antonio Ortiz, fotografiados en Toulousesemanas antes del intento de atentado.
El proyecto es ultrasecreto por diversas razones. La primera porque el atentado va a provocar una auténtica carnicería, la cual Cerrada justifica con un simple "Dios reconocerá a los suyos", parafraseando a Arnaud Almaric, comandante de los cruzados que perpetraron la matanza de albigenses de Béziers en 1209.
En segundo lugar por el riesgo evidente de ser delatados por algún infiltrado y por último porque Cerrada sabe que los dirigentes históricos del Movimiento Libertarioespañol en Francia lo desaprobarán.
Por ello, él mismo se encarga de la compra de un avión. Para hacerlo sin despertar sospechas, recurre a un viejo anarquista francés, Georges Fontenis, a cuyo nombre se firman todos los papeles. El aparato, un Norecrin con matrícula FBEQB, puede transportar una carga útil de doscientos kilos llevando cuatro pasajeros a bordo y con la suficiente autonomía de vuelo para cumplir con su misión de bombardeo.
Aviones como el utilizado por Cerrada y su grupo para atentar contra Franco.
Conseguido el avión, entre todos lo preparan para el atentado. Perforan la parte inferior del fuselaje instalando una rampa que servirá para lanzar las bombas sobre su objetivo.
Una vez modificado, lo dejan aparcado en una pequeña y apartada pista, vigilado constantemente por los hombres del grupo. Mientras tanto, desde Toulouse llega el material explosivo, veinticinco bombas rasantes alemanas de cinco kilos cada una y otros cincuenta kilos de bombas incendiarias.
El sábado, 11 de septiembre, el contacto en España del grupo, identificado sólo por las iniciales L.R. confirma que Franco presidirá las regatas. Cerrada decide entonces seguir adelante con el plan y ordena al avión que se traslade al pequeño aeródromo deDax. Desde aquí, San Sebastián sólo está a una hora de vuelo.
Imagen antigua de unas regatas de traineras en La Concha.
Hay que decir que Laureano Cerrada ante todo era muy particular, con una visión muy diferente a la planteada hasta entonces por la mayoría de los anarquistas. Se caracterizaba por su audacia y su imaginación. Tras la caída de Barcelona pasó aFrancia con su hijo inmerso en la marea de refugiados que cruzaron los Pirineos. Posteriormente cuando una parte del país fue ocupada por las tropas de la Alemania nazi, Cerrada fue detenido y obligado a trabajar fortificando la línea de Normandía.
Parece ser que logró escapar de Normandía gracias a la falsificación de un documento donde se decretaba su libertad. Una vez asentado en París la falsificación, la llave que le permitió escapar de los nazis, fue una de las actividades a las que consagró su vida.
Se lanzó pues a una vertiginosa empresa de falsificación de cartillas y vales para el racionamiento así como de pasaportes y documentos que permitieron huir a personas perseguidas por el régimen nazí. Se convirtió en el enlace entre diversosgrupos guerrilleros, creó depósitos de armas para el maquis, coordinó redes de huida, imprentas para la falsificación de documentos oficiales, pisos francos…
Consiguió gran cantidad de fondos ilegalmente adquiridos que dedicó a tejer una extensa red clandestina de hoteles, garajes y empresas para oponerse al régimen deFranco.
Laureano Cerrada Santos.
La mañana del domingo 12 de septiembre de 1948, el día señalado para el atentado, luce un sol espléndido en la capital donostiarra. L.R., apostado en el monte Urgull, telefonea a Cerrada cuando desde su posición privilegiada observa que Francoembarca en una motora de la Comandancia de Marina para presidir la regata.
El Norecrin despega de Dax. Al poco rato ya divisan la costa española. A las 13 horas el avión sobrevuela la bahía de La Concha. De pronto varios cazas del Ejército del Aire aparecen de la nada como si los estuvieran esperando. Un hidroavión se pega a su cola escoltado por otros cuatro aparatos.
Desconcertado, el piloto gana altura lanzándose después en picado con la intención de esquivarlos con esa maniobra. Sin embargo, tras varios intentos, los aviones militares les cierran el paso.
Al mismo tiempo observan como las torretas de los cañones antiaéreos de los barcos de escolta que protegen la motora de Franco giran apuntando hacia ellos. Después de varias pasadas, algunas a muy poca distancia de la vertical sobre la que el general contempla la regata, el piloto desiste y vuelve a la base sin lanzar lasbombas.
De nuevo el dictador se había salvado de ser asesinado. Los moros del Rif le atribuían una especie de don milagroso, la "baraka", la buena suerte que permite a un individuo salvar la vida una y otra vez, algo que Franco tuvo en alto grado durantetoda su vida.
Franco en la época de la guerra del Rif, en la que comenzó a disfrutar de la "baraka" que le acompañó siempre.
El fracaso de la operación inquietó durante años a Cerrada que siempre sospechóde alguna infiltración entre su supuestamente fiel y escogido grupo de colaboradores que hizo que los aviones del Ejército del Aire los estuvieran esperando. Esta más que probable causa, unida a la indecisión de los ejecutores finales del bombardeo, que en ningún caso estaban dispuestos a convertirse en suicidas, provocó que el plan meticulosamente preparado se frustrase en el último momento.
Además, cuando Cerrada fue detenido por falsificación en 1957 el comisario de policía que le interrogó le dijo:
- A veces pareces un novato, Cerrada. Deberías saber con quien te la juegas. Los pescadores de agua dulce salen siempre ganando.
“Pescador de agua dulce” era el nombre en clave que en la operación se daba aFranco, sólo conocido por los que preparaban el atentado.
Recortes de periódicos franceses publicando la noticia del abandono de la avioneta del atentado en el aeródromo de Guyancourt, a pocos kilómetros de París.
Termina así, por el momento, esta serie de artículos sobre los atentados a Franco. Ni uno solo de los intentos destinados a terminar con la vida del “Caudillo” logró su objetivo. La mayoría de las personas que estuvieron involucradas en los mismospagaron con su vida el intento. Otros, los menos, pasaron varias décadas en oscuras cárceles franquistas.
Casi todos los proyectos para acabar con la vida del dictador no pasaron de sermeras quimeras, deseos mal organizados sin base posible de ejecución.
Otros, muy pocos, fueron organizados por personas que habían luchado en el frente, por espías o por revolucionarios con una gran experiencia. Éstos estuvieron más o menos cerca de conseguir el objetivo.
Pero todas sus historias son apasionantes.
Darlas a conocer constituye mi homenaje a quienes, con su idealismo, quisieron acabar con un dictador que siguió matando gente hasta dos meses antes de su muerte.
Fuente:Fusilados de Torrellas.
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