lunes, 9 de enero de 2012

CINE - EL GRAN DICTADOR


                                  
                            DISCURSO FINAL DE CHARLES CHAPLIN EN EL GRAN DICTADOR

El gran dictador (en inglés The Great Dictator) es una película estadounidense de 1940 escrita, dirigida y protagonizada por el británicoCharles Chaplin. Se estrenó en Nueva York el 15 de octubre de 1940 y en Londres el 16 de diciembre de 1940. El largometraje recibió cinco nominaciones en la 13ª edición de los Premios Óscar, sin embargo no ganó ninguno.

Argumento

Al final de la Primera Guerra Mundial un soldado del ejército de Tomania, al salvar la vida del oficial Schultz en su avión, sufre un accidente y pierde la memoria, permaneciendo en un hospital por 20 años. Cuando, todavía amnésico, escapa del hospital, regresa a su ciudad, donde abre de nuevo su antigua barbería ubicada en el Ghetto. Los tiempos han cambiado. El país es gobernado por el dictador Adenoid Hynkel, y existe una brutal discriminación contra los judíos.

Hynkel "juega" con un globo terráqueo

Escena del discurso final
Una de las jóvenes del Ghetto, la bella Hannah, defiende al barbero cuando es acosado por miembros de las fuerzas de seguridad de Hynkel. Ambos se enamoran y deben sufrir los atropellos de la dictadura, aunque tienen el respiro de tener la protección de Schultz, que reconoció al barbero, y de un corto periodo de paz con los judíos mientras Hynkel trata de conseguir financiamiento de un banquero judío para sus ambiciones de dominación global.
El rechazo del préstamo por parte del banquero judío motiva la reanudación de la opresión en el Ghetto, Schultz cae en desgracia por encararle su falta de humanidad al dictador y de ocultarse con los judíos. La persecución produce que el barbero y Schultz sean enviados a uncampo de concentración.
Hynkel decide invadir Osterlich, pero la intromisión del líder de Bacteria, Benzino Napaloni, le obliga a invitarle y ser diplomático con él, aunque todo desemboca en una ridícula guerra de comida y pasteles entre los dos dictadores.
Hannah y las personas del Ghetto huyen hacia Osterlich, pero al poco se inicia la invasión desde Tomania. Entonces, al escapar el barbero y Schultz, Hynkel será detenido por error por sus propias tropas, por su gran parecido con el barbero, y este será tomado por Hynkel y conducido a dar un discurso sobre el inicio de la conquista del mundo.
En vez de eso, el barbero da un discurso exhortando a la humanidad a dejar la mecanización del hombre, a las dictaduras, a la discriminación, y recuperar la humanidad: «Lo lamento mucho, pero no quiero ser dictador. No quiero conquistar ni gobernar a nadie. Deseo ayudar a todos, judíos, gentiles, blancos o negros… Nuestra sabiduría nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia nos ha hecho duros y malos. Pensamos demasiado y sentimos poco. Más que maquinaria necesitamos bondad y ternura… ¡Soldados, en nombre de la democracia, unámonos!».
Aplaudido por la multitud, habla para sí: «¿Me escuchas Hannah? Donde quiera que estés, ¡mira hacia lo alto, Hannah!».
Hannah, en su casa, arrasada de nuevo por los invasores, dirige la mirada al cielo con esperanza, y sobre ese rostro se cierra la pantalla.

   

El gran dictador
TÍTULO ORIGINALThe Great Dictator
AÑO1940
DURACIÓN128 min.
PAÍS
DIRECTORCharles Chaplin
GUIÓNCharles Chaplin
MÚSICACharles Chaplin & Meredith Willson
FOTOGRAFÍARollie Totheroh & Karl Struss (B&W)
REPARTOCharles Chaplin, Paulette Goddard, Jack Oakie, Reginald Gardiner, Henry Daniell, Carter De Haven, Grace Hayle, Maurice Moscovitch, Billy Gilbert
PRODUCTORAUnited Artists
PREMIOS1940: 5 nominaciones al Oscar: Película, actor (Chaplin), actor sec. (Oakie), bso, guión
GÉNEROComedia | Sátira. Nazismo. II Guerra Mundial
SINOPSISUn humilde barbero judío tiene un parecido asombroso con el dictador de Tomania, un tirano que culpa a los judíos de la crítica situación que atraviesa el país. Un día, sus propios guardias lo confunden con el barbero y lo llevan a un campo de concentración. Al mismo tiempo, al pobre barbero lo confunden con el tirano. (FILMAFFINITY)

No hay comentarios:

Publicar un comentario