Cartel de Gallur alertando sobre laQuinta Columna. BNE
Mola se refería a las cuatro columnas que avanzaban sobreMadrid, la que venía desde Toledo, la de la carretera de Extremadura, la de la Sierra y la de Sigüenza. Con la mención de una quintaaludía a la que estaba formada por los simpatizantes del“Movimiento”, que dentro de la capital trabajabanclandestinamente en pro de lavictoria franquista.
El término Quinta Columna, para designar a los que trabajan en una guerra para el ejército desde el seno de la población civil, recogiendo información, haciendosabotajes, etc, fue utilizado por primera vez por el general ruso Suvorov en la guerra contra los turcos (1768-1784). Pero ya algunos historiadores de la antigüedad comoTucídides o Polibio reconocieron en las guerras del pasado el caso del enemigo interior.
El involuntario hallazgo verbal de Mola, que también ha sido atribuido por otros autores al general Varela e incluso al mismo Franco, hizo rápidamente fortuna incorporándose a todos los idiomas, pasando a utilizarse en guerras posteriorespara designar a las personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven y susceptibles de colaborar de distintas formas con el enemigo.
Control popular de las entradas y salidas de Madrid. Cuesta del zarzal |
Así, fueron llamados“quintacolumnistas” losfranceses que, residiendo dentro de Francia, esperaban el triunfo de laAlemania nazi. El término también se extendió a los ciudadanos holandeses y noruegos que mostraban más simpatía hacia elTercer Reich que hacia su propio pueblo, apoyando la invasión de sus países de origen.
El internamiento de ciudadanos de origen nipón de la Costa Oeste de los Estados Unidos tras el ataquejaponés a Pearl Harbor se justificó diciendo que podrían actuar como una quinta columna. El mismo argumento se utilizó en Gran Bretaña con la detención de muchos residentes alemanes, detenidos en la Isla de Man hasta el final del conflicto.
Sin embargo, con sus desafortunadas declaraciones, Mola provocó un intenso clima de desconfianza entre los madrileños sitiados. Esta suspicacia terminó desembocando en una fuerte acción represiva que culminaría con detencionesmasivas, encarcelaciones y fusilamientos de todo aquel que fuese sospechoso de ser «quintacolumnista».
El origen de la Quinta Columna estuvo en la Falange. Dos destacados miembros de la organización fascista, Valdés Larrañaga y Fernández Cuesta fueron sus primeros motores. Controlados por el SIM republicano, terminaron siendo canjeados y pasaron a la España nacional.
Pero el personaje verdaderamente claveen todo el sistema deespionaje franquistafue el coronel Ungría. Su historia es una mezcla de aventuras, episodios espectaculares y lagunas desconocidas para los historiadores. De origen francés –fue compañero de escuela de De Gaulle- su vida parece la de un espía de novela.
A lo largo de los tres años de guerra, Ungría unificó a los diversos grupos de laQuinta Columna –que actuaban separados-, los coordinó desde los servicios centrales de Burgos y les dio una organización de corte alemán lo que, según elSIM republicano, supuso gran parte de su éxito.
Los grupos o células de la Quinta Columna solían estar formados por cincomiembros pero no todos se conocían entre si. Cuando era detenido uno de ellos, nunca podía delatar a todos, en especial a los que ocupaban la cúspide de la pirámide. Unos grupos obtenían la información y otros la recopilaban y la pasaban a la zona nacional para lo cual utilizaban las embajadas de paises como Chile, Suecia, Perú o Finlandia.
En los primeros momentos de la guerra, la labor prioritaria de los quintacolumnistasfue sacar de la zona republicana a quienes consideraban comprometidos. Obispos, nobles y militares lograron así marchar a la España de Franco.
Los sabotajes y los bulos, tan fácilmente propagables entre una poblaciónhambrienta y bombardeada, eran otro de los frentes de la Quinta Columna. Aunque nunca se pudo comprobar, los indicios culparon a losservicios fascistas de la explosión de un polvorín subterráneo situado entre las estaciones de Lista y Diego de León del Metro. La onda expansiva descarriló a todos los trenes que circulaban por la línea L2, recorriendo el túnel en dirección Sol y barriendo las estaciones de Lista, Goya, Príncipe de Vergara, Retiro, Banco de España, Sevilla y Sol. Murieron oficialmente98 personas pero pudieron ser muchas más.
El número exacto de víctimas no fue dado a conocer por el gobierno republicanopara no dar alas al derrotismo fomentado por la Quinta Columna, basado en realizarcomentarios desfavorables sobre la República y propalar bulos para mermar laconfianza en la victoria
La emisión de moneda falsa, la manipulación de fichas en los juzgados, lasinfiltraciones en partidos y sindicatos –llegaron a descubrir curas con el carnet de la CNT- fueron también especialidades de los espías nacionales. Mención especial merecen los médicos quintacolumnistas, que certificaron la “inutilidad" de muchos jóvenes falangistas para no tener que ir alfrente.
Para realizar estas actividades, la Quinta Columna contaba no sólo con la ayuda de los simpatizantes. También poseía casas y centros muchas veces bajo protección extranjera. Por ejemplo, en la calle Marqués de Cubas Telefunken servía de tapadera para un centro de la Quinta Columna donde sus componentes recogían por medio de potentes aparatos de radio los mensajes en clave de Radio Club portuguesa yRadio Burgos, con consignas para los espías.
Pero el objetivo prioritario de la Quinta Columna era más bien militar: conocer losefectivos, los planes, las posibilidades del enemigo. Gran importancia tuvo para ellos controlar los movimientos de la aviación republicana, sus salidas, sus movimientos… tarea en la cosecharon notables éxitos.
Las Brigadas Internacionales tampoco se vieron libres de las infiltraciones. En el verano del 37 el general Walter, que mandaba el batallón alemán, mando fusilar tras un juicio sumarísimo a siete de sus oficiales acusados por el SIM de trabajar paraFranco.
El peso de la investigación y de la represión de las actividades quintacolumnistasera dirigido por el Servicio de Información Militar Republicano, formado porjóvenes de absoluta lealtad al régimen nacido en 1931.
El SIM tuvo que luchar con la falta de uncuerpo de policía leal. La indiferencia y ladesgana eran la tónica general pero además bastantes llegaron a colaborar activamente con la Quinta Columna, entorpeciendo lasinvestigaciones, facilitando documentación falsa, certificando muertes a quienes les convenía desaparecer…La victoria de losnacionales les trajo su compensación.Franco les permitió seguir en sus puestos y algunos, como Aniceto Diana, llegó a ser jefe de la Dirección General de Seguridad.
También fue muy importante la colaboraciónde muchos funcionarios con los franquistas, intentando contemporizar con un ejército que ya se encontraba a las puertas de la capital.
Precisamente Radio Burgos comunicó en clave la inminente entrada de Franco en Madrid. Los quintacolumnistas se fueron preparando para ello, volviendo a aparecer en la ciudad las camisas azules. De hecho, ya habían iniciado en secreto las negociaciones entre el bando sublevado y el general Casado en febrero de 1939, las cuales culminarían con la entrega de la capital.
Llegó entonces el momento de gloria de los quintacolumnistas. Muchos seescudaron en sus acciones para evitar los expedientes. A otros les sirvió paraescalar puestos en la administración, la policía, la política… Muchos no habían participado en nada pero con la ayuda de amigos consiguieron comprar un buen“historial”.
El internamiento de ciudadanos de origen nipón de la Costa Oeste de los Estados Unidos tras el ataquejaponés a Pearl Harbor se justificó diciendo que podrían actuar como una quinta columna. El mismo argumento se utilizó en Gran Bretaña con la detención de muchos residentes alemanes, detenidos en la Isla de Man hasta el final del conflicto.
Sin embargo, con sus desafortunadas declaraciones, Mola provocó un intenso clima de desconfianza entre los madrileños sitiados. Esta suspicacia terminó desembocando en una fuerte acción represiva que culminaría con detencionesmasivas, encarcelaciones y fusilamientos de todo aquel que fuese sospechoso de ser «quintacolumnista».
El origen de la Quinta Columna estuvo en la Falange. Dos destacados miembros de la organización fascista, Valdés Larrañaga y Fernández Cuesta fueron sus primeros motores. Controlados por el SIM republicano, terminaron siendo canjeados y pasaron a la España nacional.
Manuel Valdés (en el centro de pie) junto a Primo de Rivera (a su izquierda) y otros militantes de la Falange en la cárcel Modelo de Madrid. 1936. El Mundo |
A lo largo de los tres años de guerra, Ungría unificó a los diversos grupos de laQuinta Columna –que actuaban separados-, los coordinó desde los servicios centrales de Burgos y les dio una organización de corte alemán lo que, según elSIM republicano, supuso gran parte de su éxito.
Los grupos o células de la Quinta Columna solían estar formados por cincomiembros pero no todos se conocían entre si. Cuando era detenido uno de ellos, nunca podía delatar a todos, en especial a los que ocupaban la cúspide de la pirámide. Unos grupos obtenían la información y otros la recopilaban y la pasaban a la zona nacional para lo cual utilizaban las embajadas de paises como Chile, Suecia, Perú o Finlandia.
En los primeros momentos de la guerra, la labor prioritaria de los quintacolumnistasfue sacar de la zona republicana a quienes consideraban comprometidos. Obispos, nobles y militares lograron así marchar a la España de Franco.
Plaza de Atocha, julio 1936. Registro de automovilistas. Fotos militares |
El número exacto de víctimas no fue dado a conocer por el gobierno republicanopara no dar alas al derrotismo fomentado por la Quinta Columna, basado en realizarcomentarios desfavorables sobre la República y propalar bulos para mermar laconfianza en la victoria
Familias enteras se veían obligadas a hacer su vida diaria en las estaciones delMetro de Madrid por temor a los bombardeos Andén 2
Para realizar estas actividades, la Quinta Columna contaba no sólo con la ayuda de los simpatizantes. También poseía casas y centros muchas veces bajo protección extranjera. Por ejemplo, en la calle Marqués de Cubas Telefunken servía de tapadera para un centro de la Quinta Columna donde sus componentes recogían por medio de potentes aparatos de radio los mensajes en clave de Radio Club portuguesa yRadio Burgos, con consignas para los espías.
Pero el objetivo prioritario de la Quinta Columna era más bien militar: conocer losefectivos, los planes, las posibilidades del enemigo. Gran importancia tuvo para ellos controlar los movimientos de la aviación republicana, sus salidas, sus movimientos… tarea en la cosecharon notables éxitos.
Las Brigadas Internacionales tampoco se vieron libres de las infiltraciones. En el verano del 37 el general Walter, que mandaba el batallón alemán, mando fusilar tras un juicio sumarísimo a siete de sus oficiales acusados por el SIM de trabajar paraFranco.
El peso de la investigación y de la represión de las actividades quintacolumnistasera dirigido por el Servicio de Información Militar Republicano, formado porjóvenes de absoluta lealtad al régimen nacido en 1931.
Detención de miembros de la Quinta Columna. Noticia del "ABC. Diario republicano de izquierdas" (25-IX-1937). Cuesta del zarzal
También fue muy importante la colaboraciónde muchos funcionarios con los franquistas, intentando contemporizar con un ejército que ya se encontraba a las puertas de la capital.
Los "moros" del Tercio, fuerza de élite del Ejército de África, acampados en las afueras deMadrid. (Archivo de la Filmoteca Española). Cuesta del zarzal
Llegó entonces el momento de gloria de los quintacolumnistas. Muchos seescudaron en sus acciones para evitar los expedientes. A otros les sirvió paraescalar puestos en la administración, la policía, la política… Muchos no habían participado en nada pero con la ayuda de amigos consiguieron comprar un buen“historial”.
Lo más triste fue, sin embargo, que muchos actuaron como testigos de cargo en los juicios y en los fusilamientos.
Fuente: Fusilados de Torrellas
Fuente: Fusilados de Torrellas
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