TOMMY LYNN SELLS
nacido el 28 de junio de 1964 es un asesino en serie estadounidense, culpable de más de 70 asesinatos en varios estados, especialmente de adolescentes.
Sells y su hermana gemela, Tammy Jean, contrajeron meningitis cuando tenían 18 meses de edad. Mientras Sells sufría de fiebres altas su hermana falleció de una inflamación. Poco después, Sells fue enviado a vivir con su tía Bonnie Woodall en Holcomb, Missouri. Vivió con Woodall hasta los cinco años de edad.
Cuando Sells tenía ocho años empezó a pasar tiempo con un hombre llamado Willis Clark, un hombre de una ciudad vecina. Clark mas tarde sería sospechoso de abuso infantil.
Sells comenzó a viajar con el fin de encontrar trabajo. Debido a que no tenía hogar en ese tiempo, vivía en las calles de vagabundo, abordaba trenes y en algún momento robó un auto. Tuvo varios trabajos mayormente domésticos.
Sells ha afirmado que cometió su primer asesinato a los 16 años.
Mientras trabajaba de feriante en Missouri durante el verano de 1985 Sells conoció a una mujer de 29 años, Ena Cordt. Según Sells, Cordt lo invitó a su casa, donde tuvieron relaciones sexuales consensuales. Los cuerpos de Cordt y el de su hijo de 4 años fueron encontrados 3 días después.
En 1997, Joel Kirkpatrick de 10 años, hijo de Julie Rea Harper, fue asesinado. Su madre fue declarada culpable, pero la condena fue revocada, y su familia le dijo a la policía que Sells había invadido su casa y matado a Kirkpatrick. Luego, en 2002, se descubrió que la escritora de novelas de crímenes Diane Fanning se escribía cartas con Sells. En una carta enviada a Fanning, Sells confesó haber asesinado a Kirkpatrick. El testimonio Fanning ante el comité de revisión de prisioneros, de acuerdo con el Innocence Project, ayudó a Harper a obtener un nuevo juicio y, en última instancia, una sentencia absolutoria.
Sells es también sospechoso de ser el autor de los siguientes delitos:
- El asesinato de Suzanne Korcz en Nueva York durante el mayo de 1987.
- En noviembre de 1987 el asesinato de la familia Dardeen en Illinois.
- Asesinato a un compañero de trabajo en Texas el abril de 1998.
- El asesinato de Katy Harris en Texas en 1999.
- El asalto sexual y asesinato de un niño, Hailey McComb en Lexington, KY
Sells recientemente afirmó haber matado a más de 70 personas, según una entrevista con el psiquiatra forense de la Universidad de Columbia y experto en asesinos el Dr. Michael H. Stone en el programa de TV de Discovery Channel , Indice de maldad.
El 31 de diciembre de 1999, en la subdivisión Guajia Bay, al oeste de Del Río, Texas, Sells apuñala a Kaylene 'Katy' Harris de 13 años de edad 16 veces y le corta la garganta a Krystal Surles de 10 años. Surles sobrevivió al pedir ayuda a unos vecinos. Sells fue capturado gracias a la descripción de Surles que fue usada para realizar un identikit.
Tommy Lynn Sells se encuentra actualmente en el corredor de la muerte en la Unidad Allan B. Polunsky, cerca de Livingston, Texas.
ENTREVISTA A TOMMY LYNN SELLS
KAREN GLEASON
Redactora News-Herald
Como se conversa con un asesino?
Que se pregunta a un hombre condenado a muerte?
El convicto de asesinato capital Tommy Lynn Sells concedió el viernes 3 de febrero, 2006 una entrevista a Del Rio News-Herald.
Sells regresó a Rio desde su celda de la Cadena de la Muerte (Death Row) para estar presente en una audiencia que se efectuaría en la corte del distrito estatal y en la que se establecería al fecha de su ejecución.
Sells solo pidió que la entrevista se llevara a cabo en la oficina del jefe investigador del Departamento del Alguacil (Sheriff) del Condado de Val Verde, el Teniente Larry Pope, el oficial que junto al Guardabosques de Texas (Texas Ranger) el Sargento John Allen, ahora jubilado estuvo a la cabeza del caso local que llevó a la sentencia de muerte de Sells.
Le pedí que empezáramos a hablar de su niñez.
Sells dijo que nació en Oakland, California, el 28 de junio de 1964. Dijo que creció en varias ciudades de Missouri.
De lo que más habló de su niñez, fue del abuso sexual que sufrio pasivamente de un vecino, abuso que Sells dijo empezó cuando estaba en octavo grado.
Sells dijo que el hombre que abusó de él se convirtió en su mundo. “Me compró una motocicleta y me dio dinero. Yo lo protegía.”
Sells dijo que cuando tenía 16 años de edad se mudó a St. Louis, Missouri, para vivir con su hermano mayor.
“Empezé a ir con él a todos lados. Mi hermano tenía un grua (tow truck),” dijo Sells y con ojos brillantes describió el color, año, marca, modelo y estilo de la grua. “Deseaba que ese fuera también mi mundo.”
Sin embargo, por alguna razón, Sells se lanzó a la carretera casi al mismo tiempo, comenzando la vida de vagabundo, una vida que alguna vez lo conduciría a Del Rio y luego a la Cadena de la Muerte.
“California, fue mi primer viaje. Estar en la carretera es como ser un alcoholico, como ser un drogadicto. Yo nunca pensé en mí como en una persona sin hogar.
La vangancia no me eligió a mí, entiendes, yo la elegí.”
Sells dijo que cuando estaba en las carreteras “Me convertí en el hombre responsable de mi propio destino.”
“Nadie veía sobre mi hombro, nadie me decía tienes que hacer esto o aquello,” agregó Sells.
Sells dijo que se paraba en las carreteras pidiendo transporte, recorrió los rieles y realizó cualquirr clase de trabajo que podía encontrar.
“Trabaje en ferias, carnavales, hacía un poco de esto y un poco de aquello. Si alguien necesitaba podar el jardin o arreglar la cerca, yo hacía esa clase de trabajo, un poco de cada cosa,” dijo Sells.
Cuando le pregunté que si había sentido miedo, Sells sonrio y dijo, “Pienso que era demasiado tonto para sentir miedo.”
Dijo que tenía 16 años de edad cuando mató por primera vez a una persona.
Hay dos historias, dijo Sells, dos recuerdos y dijo que no estaba seguro cual de esos asesinatos fue el primero.
El día de hoy, hay mucho confusión sobre ambas historias, así que sean ustedes los que juzguen.
Sells dijo que un hombre lo atacó, lo apuñaló por la espalda y que cuando salió del hospital, fue a buscar a ese hombre.
“Lo lleve para atrás de un edificio y lo golpee con un 2-por-4,” dijo Sells. “No estoy seguro si lo mate o no.”
En la segunda historia, Sells dijo que trataba de robar en una casa de Mississippi y que mientras espiaba cerca de la casa, dijo que miró a un hombre darle sexo oral a un niño.”
“Esa noche, entré a esa casa por una ventana y disparé contra el hombre,” dijo Sells.
Asesinar, dijo Sells, “Era como ponerte una inyección de heroina y empezar a volar.”
Retrocediendo en el tiempo, Sells dijo que no tiene idea de cuantos asesinatos ha confesado.
Después de que Sells fuera arrestado aquí por apuñalar el 31 de diciembre de 1999 a Kaylene Harris de 13 años de edad, el caso por el que fue sentenciado a muerte, Sells empezó a cooperar con Allen y con un grupo de otros Guardabosques (Rangers) de Texas sobre asesinatos cometidos en otras partes del país.
Sin embargo, el pasado viernes, Sells dijo deseaba aclarar dos de sus previas confesiones.
“Se que hable de un par de ellas de forma equivocada y necesito hablar sobre esto,” dijo Sells.
En Illinois, dijo Sells, la sentencia de una mujer condenada por asesinar a su hijo “fue retirada parcialmente por mi confesión.”
“Yo trate de convencerme a mi mismo que yo lo hice, pero se que no lo hice,” dijo Sells.
“Existe un caso en Charleston, West Virginia, que también me está molestando,” dijo Sells.
El caso implica a una mujer mayor y a su hija, dijo Sells, y las autoridades tienen detenido a alguien en prisión por esos asesinatos.
Cuando le pregunte que porque había confesado esos asesinatos que no cometió, Sells encogió nuvamente los hombros.
“Dije con muchas cosas,” dijo Sells. “Quede atrapado en mi propia trampa.”
Sells agregó también que los oficiales y procuradores impacientes por solucionar asesinatos sin resolver en sus jurisdicciones le ofrecían involuntaria o accidentalmente información sobre los crimenes por los que lo estaban interrogando.
“Uni las A, B y C; las cosas que sus procuradores decían, las cosas que los guardabosques decían y las cosas de esos detectives decían y muy pronto, sabía el color del gato,” dijo Sells.
De los asesinatos de Illinois y West Virginia, Sells agregó, “Creo que retractar es la palabra. No es mi juego. No se lo he dicho a nadie todavía, pero deseo aclarar eso.”
Sells habló también conmigo sobre como llegó la primera vez a Del Rio y luego de como regresó.
“Llegué a Del Rio manejando un camión de 18-ruedas, tirando de la rueda de la fortuna,” dijo Sells. “No había decidido permanecer aquí. Me fui cuando el carnaval se fue y nos fuimos a Corpus Christi.”
Cuando estaba en Del Rio, Sells dijo que conocio a una mujer que se sintió tan atraida a él como para siguir el carnaval hasta Corpus.
“Ella fue allá y me dijo, ‘Estas lista para ir a casa?’ Yo le respondí que si y simplemente empeze a caminar alejandome de la rueda de fortuna que estaba funcionando,” dijo Sells.
Posteriormente, mi conversación con Sells volvió a esa fria mañana de la Vispera del Año Nuevo de 1999, cuando Sells entró a la casa-movil, propiedad de Terry y Crystal Harris, ubicada en la subdivisión de Guajia Bay cerca del Lago Amistad y después de entrar a la casa, violó sexualmente y asesinó a la hija de 13 años de edad de los Harris y trató de matar Krystal Surles, amiga de la niña y compañera de cuarto esa noche.
Cando le hice la pregunta que mucha gente quisera hacerle a Sells, “Porqué?”
Sells dijo, “Todavía tengo mucho odio, todavía tengo mucha cólera y ella (Kaylene) fue solo una persona desafortunada que se cruzó en mi camino. . .si existe un porqué, esa es la mejor respuesta.”
No lo se y probablemente nunca lo sabré, cuantos de esos terribles y sangrientos momentos Sells puede recordar.
Solo podemos hablar del crimen en retrospectiva.
Sells sacudió la cabeza.
“Lo siento no es lo suficientemente bueno. No me voy a cubrir con un lo siento. Esto me está acabando cada día. Hice algo realmente malo y lo estoy pagando,” dijo Sells.
A pesar de sus palabras, Sells es también innegablemente amargo sobre la sentencia de muerte que recibió.
De la Cadena de la Muerte, simplemente dijo, “Es el infierno.”
Me tengo que poner de pie y decir que me equivoqué y si el castigo es correcto o equivocado, estoy aquí para enfrentarlo. Dejo que la justicia se cumpla,” dijo Sells y agregó, “Mis emociones están como en una montaña rusa.”
“Se que este es el precio que ellos quieren,” dijo Sells, refiriéndose a su sentencia de muerte.
Sells dijo que está en medicamento por una lesión de la espina dorsal y agregó que el efecto secundario de ese medicamento es lo que le ayuda a mantenerse emocionalmente controlado.
“Soy un candidato a la pena de muerte, así que realmente no puedo decir que la pena de muerte es mala, porque eso es lo que la sociedad desea.”
Sells expresó también pesar por el dolor que ha causado a los miembros de su familia, algunos de los cuales, dijo, han empezado poco a poco a comunicarse con él mientras ha estado en prisión.
“No puedo agradecer lo suficiente a la gente que me ha apoyado y me quiere. Lo único que puedo decir a esa gente es que no soy el mismo hombre de hace cinco años.”
“No se que más decir, Karen. No sean mi juez. Dejen que el Señor me juzgue. Es a El a quién tendré que ver
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