miércoles, 28 de noviembre de 2012

DOCUMENTAL - VIVIR DE PIE: LAS GUERRAS DE CIPRIANO MERA


                                
                                "VIVIR DE PIE: LAS GUERRAS DE CIPRIANO MERA"

Vivir de pie. Las guerras de Cipriano Mera

La vida para Cipriano ya había empezado como una batalla antes de decidir por qué quería luchar. Cipriano Mera (1897 Tetuán de las Victorias-1975 París) a principios del siglo XX era trapero, analfabeto y cazaba en El Pardo para poder comer. En el Madrid de 1910 se hizo albañil para mejorar su desesperada situación económica. Inmediatamente se sindicó en la asociación “El Trabajo” de la UGT de Largo Caballero, ya empezaba a dirigir sus esfuerzos a la lucha colectiva, Pero fue a partir de 1917 cuando tomó contacto con los grupos de afinidad anarquistas que le cautivaron definitivamente. “La idea” -como se conocía en el movimiento anarquista al concepto de justicia social y libertad- había entrado en su vida y ya no le abandonaría nunca.

Cipriano formó “Los intransigentes” y “Acción y Silencio”, luchó en los enfrentamientos de la década trágica del pistolerismo patronal de los 20 y contra la Dictadura de Primo de Rivera. La prisión fue su maestra: aprendió a leer y escribir con 23 años. Las crónicas de la época lo describen introduciéndose en las obras de la construcción para ponerse a trabajar sin estar contratado: a los que se “significaban” la patronal les impedía ganarse el pan.
La CNT, entonces clandestina, será su primer gran amor junto con Teresa, su compañera fiel. El primer hijo de la pareja murió de pobreza; el amor no era suficiente. En su tiempo libre actúa en el teatro social de los ateneos para campañas de solidaridad con los presos: “Juan José” y “El Alcalde de Zalamea” le emocionaron y cuentan que fue en un actor entregado.
Tras muchos asaltos, huidas, huelgas, descarrilamientos, persecuciones, robos de explosivos y una vida entre el andamio, la cárcel y el ateneo, Cipríano a principios de los 30, ya se ha convertido en el gran líder obrero. Es él quien dirige a los más aguerridos Grupos Confederales de Defensa de Madrid. Sus compañeros le siguen sin dudar. Su inteligencia e instinto de cazador furtivo les salvarán de la muerte en más de una emboscada.
También durante la República fue encarcelado en varias ocasiones. Participa en la insurrección de Zaragoza del ’33 junto con Durruti, Ascaso, Issac Puente…
Aquello era la “gimnasia revolucionaria” con la que la CNT templaba sus músculos sindicales de 1.500.000 afiliados. Cada vez cobraba más importancia la necesidad de estar preparados; primero para los ataques de los pistoleros de la patronal, pero en poco tiempo se vería que también para algo más….continúa en Vivir de pie.
“…Es la historia de un hombre libre que se negó a elegir entre vivir de rodillas o morir de pie.”
Mi querido Floreal, es seguro que me ejecutarán. Han estado fusilando por carros y será una injusticia más. Tendrás que tomar consciencia de ella y sobreponerte al dolor. Deberás ayudar a tu madre y pensar en el futuro sin odio, porque éste no conduce a ninguna parte. Tu padre, que es víctima del odio por haber consagrado su existencia al establecimiento de la fraternidad universal, te recomienda no odiar a tus semejantes. Tú serás el que averigües cómo fue tu padre. Porque para poder juzgar un hombre a otro hombre no se puede ser parcial o fanático. Y mientras tanto, ríe y juega cuanto puedas. Y ahora, dame tantos besos como quieras.
Cipriano Mera a su hijo.


domingo, 25 de noviembre de 2012

BOXEO - ROBERT GUERRERO VENCIO A ANDRE BERTO EN UN PELEON Y SENCHENKO GANA Y RETIRA A RICKY HATTON



Robert Guerrero venció a Andre Berto


Posiblemente hayamos disfrutado esta madrugada de ¡LA PELEA DEL AÑO! y lo escribo con mayúsculas por que Andre Berto y Robert Guerrero se han dejado la vida encima del cuadrilátero, cuando ustedes disfruten delBoxeo y de la “guerra” que han mantenido ambos boxeadores y vean sus rostros,  entenderán por que escribo tales palabras.
Emocionante y a la vez dramática pelea, que pasará a los anales de la historia del boxeo moderno. La” guerra” y la vamos a describir así, tenía lugar en el el Citizens Business Bank Arena, de Ontario, California (Estados Unidos).
Robert “El Fantasma” Guerrero defendió su cinturón de campeón mundial interino del peso Welter al vencer por puntos en decisión unánime al haitiano estadounidense Andre Berto.
Lo peor de todo el combate, el referee de la pelea Lou Moret, que no estuvo a la altura ni del combate ni de los dos contendientes, siendo permisivo con bastantes acciones de ambos púgiles.
En el primer asalto, Berto se va a la lona por un izquierdazo en volea que ejecuta Guerrero y que explosiona en el mentón del Haitiano.
En el segundo asalto una andanada de golpes de Guerrero provoca una nueva caída de Berto que tiene el ojo derecho con una severa inflamación.
En el sexto asalto Guerrero conecta varios ganchos sobre el mentón de Berto que los encaja a la perfección ante el asombro de todos los asistentes, a partir de este asalto el combate se convierte en guerra total y los dos boxeadores se lanzan toda clase de golpes, y lo más asombroso, es que ningún boxeador ha visitado el tapiz, han encajado los impactos recibidos sin pestañear.
Tras la finalización de este épico combate de boxeo los tres jueces puntuaban 116-110 a favor de Robert Guerrero, para Boxeo Total compartimos la misma puntuación 116-110 para Guerrero.
Tanto Berto como Guerrero finalizan la contienda con severas y peligrosas inflamaciones en sus ojos, que prácticamente están cerrados, el mal árbitro Moret tenía que haber tenido en consideración tal dato, más que nada para evitar una grave lesión ocular de cualquiera de los boxeadores.
Robert “El Fantasma” Guerrero queda con un record de 31-1-1, con 18 nocauts, mientras que Berto, un ex campeón del mundo en peso welter, quedó con 28-2, 22 nocauts.
Por Javier Sanz

Ricky Hatton perdió por nocaut ante Vyacheslav Senchenko


Ricky Hatton fue un valiente arriba del ring en su regreso,  dominó toda la pelea hasta que en el noveno round Vyacheslav Senchenko le clavó una puñalada al cuerpo para que el inglés recibiera la cuenta de los 10 segundos.
La Arena de Manchester en Inglaterra, fue un verdadero manicomio, todos los fans se volcaron para apoyar a su ídolo, Hatton fue recibido como una estrella y ‘Hitman’ le respondió.
Desde que sonó la campana Ricky fue para adelante, presionó en todo momento a Senchenko, el inglés no dejaba de tirar golpes, se veía como en sus mejores tiempos.
En el séptimo rollo, Hatton logró abrir una herida en el ojo izquierdo de su rival y no dejó de castigarlo durante todo el octavo episodio.
Todo parecía ser un sueño para el ‘Hitman’ dominaba el combate, además de verse bien arriba del cuadrilátero. La campana sonó para anunciar el noveno capítulo, Hatton empezó a pelear afuera, intentaba manejar la pelea cuando fue cazado por un soberbio golpe al cuerpo de Senchenko, el inglés cayó en la lona, por más esfuerzo que hizo no se pudo levantar, recibió la cuenta fatídica de los 10 segundos y perdió por nocaut efectivo.
Hasta ese noveno rollo, Hatton iba arriba en las tarjetas 78-74, 77-76 y 77-76; Rickey volvía al ring después de tres años de estar retirado.
Hattonregreso
Ricky Hatton anunció su retiro del boxeo profesional después de perder contra Senchenko por nocaut.
Fuente:Univisiondeportes.com

sábado, 24 de noviembre de 2012

DOCUMENTAL- ZEITGEIST

                                                                   ZEITGEIST



Zeitgeist, La Película.


http://othersidedmusic.files.wordpress.com/2009/05/zeitgeist-dvd11.jpg?w=604&h=377Zeitgeist es un documental escrito, dirigido y producido por Peter Joseph en el año 2007, que tuvo una amplia difusión por Internet, en la web del proyecto y mediante Google Video; aunque fue grabado originalmente en inglés, es posible descargarlo del sitio web oficial con subtítulos en español. Al no haberse distribuido por los canales convencionales, no existen datos fiables acerca de cuánta audiencia ha tenido, pero el director del video afirma que los documentales Zeitgeist han sido vistos por cincuenta millones de personas en todo el mundo desde su publicación gratuita en Google Video en la primavera de 2007.
El documental ha sido considerado «un ensamblaje de propaganda de agitación a ritmo rápido» y ha sido enmarcado entre películas de temática conspirativa. También ha recibido duras críticas que denunciaban una baja calidad y fiabilidad en las fuentes y referencias que presenta, especialmente en lo tocante a su primera parte sobre la religión.

El título, Zeitgeist, es una expresión alemana que quiere decir «espíritu de una época», aludiendo a la experiencia del clima cultural dominante. El comunicado del sitio web oficial declara que Zeitgeist, The Movie y su secuela Zeitgeist: Addendum fueron creadas como expresiones sin ánimo de lucro para comunicar lo que el autor siente que son conocimientos sociales muy importantes, de los que la mayoría de humanos no son conscientes. Según el autor,Peter Joseph, el documental se centra, con información histórica y moderna suprimida, en las actuales instituciones sociales dominantes, al tiempo que explora lo que puede esperar a la humanidad si las estructuras de poder en general persisten en sus patrones de egoísmo, corrupción y consolidación.

El documental está estructurado en tres partes. La primera es una exposición del cristianismo como un mito, un híbrido astrológico-literario. Este mito, argumenta Joseph, constituye el terreno abonado sobre el que pueden funcionar nuevos mitos en los que las masas crean ciegamente y así ser manejados con mayor facilidad. La segunda parte, analizando los atentados del 11-S, expone el funcionamiento de la propaganda y adoctrinación mediática, logrando que los propios ciudadanos acepten ser más controlados por sus gobiernos pese a que eso suponga una reduccion de sus libertades. La tercera sección habla sobre la política y economía global, enfocándose en el monopolio del dinero (junto a la especulación financiera) y el gasto militar.

Primera parte: La historia más grande jamás contada 


Horus y Jesús son presentados en el documental como mesías solares.
En la primera parte del documental, Joseph describe las similitudes que encuentra entre los mitos de distintas religiones antiguas con el cristianismo. Para ello, compara elementos extraídos de la Biblia y de la posterior tradición católica romana con descripciones de dioses de otras civilizaciones anteriores al cristianismo, principalmente de la mitología egipcia, llegando a la conclusión de que la figura de Jesús es una copia de diversos mitos heredados de dichas religiones.
Joseph hace hincapié en que ciertos atributos de mitos anteriores fueron copiados y atribuidos por los primeros cristianos a la figura de Jesús de Nazaret, sugiriendo que la figura mitológica de Jesús de Nazaret se corresponde, como la de Mitra y Horus entre otras deidades paganas anteriores y contemporáneas a la suya, con la de un Dios solar. Jesús sería el Sol, figuradamente, el que es «visto venir desde los cielos», «andando sobre el agua», etc. La muerte y resurrección del Dios Sol se corresponde con el solsticio de invierno: durante el mismo, el Sol (el Dios Sol – Jesús) llega el día 22 a su punto más bajo, muere, en las vecindades de una conocida constelación llamada la Cruz del Sur. El Sol detiene su viaje por tres días (al menos aparentemente) hasta que otro grupo de estrellas bien conocidos, el Cinturón de Orión («las tres Marías», o como se les llamaba en la antigüedad, «los tres reyes»), apuntan hacia la salida del Sol, su resurrección, en la mañana del 25 de diciembre. Simbólicamente hablando: El Dios Sol ha muerto en la Cruz para luego de tres días volver a la vida.
Posteriormente el autor plantea que la mayoría de las religiones comparten los mismos rasgos mitológicos, atribuyendo las mismas características a sus dioses, e indica que las primeras religiones se formaron mediante la observación del cielo, explicando la relación que observa entre la astrología y las religiones. También señala el autor otros mitos compartidos, con paralelismos entre el Diluvio universal y la leyenda de Gilgamesh, y varios ejemplos de mitos similares a la historia de Moisés en las culturas de la India, Creta y Egipto.
Finalmente Joseph plantea que la Iglesia, como institución vinculada al poder desde el Imperio romano, ha usado la figura de Cristo como justificación para reprimir y manipular las sociedades.
El cristianismo, junto con todos los demás sistemas teístas de creencia, es el fraude de la era. Sirvió para separar las especies del mundo natural e igualmente el uno del otro. Respalda la sumisión ciega a la autoridad. Reduce la responsabilidad humana al efecto de que «Dios» controla todo y crímenes a su vez terribles se pueden justificar en nombre de la divinidad. Y lo más importante, faculta a aquellos que sabiendo la verdad, utilizan el mito para manipular y controlar sociedades. El mito religioso es el dispositivo más potente que jamás se haya creado, y sirve como terreno psicológico sobre el que otros mitos pueden florecer.

Segunda parte: Todo el mundo es un escenario 


El ataque al World Trade Center

En este capítulo Joseph afirma que los ataques del 11S en Nueva York y los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres fueron en realidad perpetrados por algún grupo de poder de EE. UU. Según el autor, se trataría de una operación de bandera falsa encaminada a conseguir el beneplácito de la sociedad estadounidense para iniciar las reformas necesarias que permitirían el comienzo de una serie de invasiones de puntos estratégicos como son Afganistán, Iraq e Irán.
La Verdad del 11 de septiembre:
Elementos criminales desde el gobierno de los Estados Unidos escenificaron un ataque terrorista de bandera falsa sobre sus propios ciudadanos, con el objetivo de manipular la opinión pública para apoyar sus objetivos.
Han venido haciéndolo durante años.El 11 de septiembre fue un trabajo interno.


Tercera parte: No prestes atención a los hombres detrás de la cortina 


Sede de la Reserva Federal en Washington DC.

En el último capítulo Joseph enhebra una teoría que detalla la abolición del Banco Central de EE.UU y el nacimiento de la Reserva Federal, la evolución del sistema monetario y por último los supuestos fines de los que denomina los hombres detrás de la cortina, un supuesto grupo organizado de poder formado por las grandes fortunas mundiales. Según Joseph, sus objetivos irían desde la creación de la Unión Norteamericana y la implantación de chips RFID en todas las personas del planeta, hasta la declaración de un gobierno mundial.
Es el capítulo donde se explica que los postulados que Joseph expone en el segundo capítulo forman parte de una serie de acontecimientos históricos que considera que fueron planificados, entre los que se incluyen la caída de la bolsa de 1929 (el llamado Jueves Negro) y la consecuente Gran Depresión y el ataque japonés a Pearl Harbor que propició la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial entre otros, mezclado con sus propias proyecciones sobre sucesos futuros, específicamente en el tema de la geopolítica.
En efecto, la manipulación de la sociedad a través de la generación de miedo y división ha desvinculado completamente a los seres humanos de su sentido del poder y la realidad. Este proceso ha ocurrido durante siglos, si no milenios: la religión, el patriotismo, la raza, la riqueza, clase y cualquier otra forma de identificación arbitraria y separatista, así concebida ha servido para crear una población controlada y totalmente maleable en manos de unos pocos. Divide y vencerás es el lema. Y mientras la gente siga viéndose a sí misma desvinculada de todo lo demás, se presta a ser completamente esclavizada.
Los hombres detrás de la cortina lo saben y también saben que si la gente se da cuenta de su verdadera relación con la naturaleza y su verdadero poder personal, todo el zeitgeistmanufacturado del que son presos (la gente), se derrumbará como un castillo de naipes.

Zeitgeist. La película


Fuente:Wikipedia.




jueves, 22 de noviembre de 2012

BIOGRAFIA - SALVADOR PUIG ANTICH

        "HAY QUE HACER JUSTICIA" EXPOSICION SOBRE SALVADOR PUIG ANTICH






Salvador Puig Antich (Barcelona, 1948-1974) fue un anarquista catalán, activo durante los años sesenta y comienzos de los setenta, que murió ejecutado por el régimen franquista tras ser juzgado por un tribunal militar y condenado como culpable de la muerte de un guardia civil en Barcelona.
Hijo de una familia trabajadora de clase media, Salvador era el tercero de seis hermanos. Su padre, Joaquim Puig, había sido militante de Acció Catalana durante la república. Exiliado en Francia en el campo de refugiados de Argelès, fue condenado a muerte cuando volvió a España e indultado en el último momento.
El joven Salvador empezó a estudiar en el colegio religioso La Salle Bonanova hasta que fue expulsado por indisciplina. A partir de los dieciséis años compaginó el trabajo en una oficina con los estudios nocturnos en el instituto Maragall, dónde hizo amistad con Xavier Garriga y los hermanos Solé Sugranyes (Oriol e Ignasi), todos ellos futuros compañeros delMovimiento Ibérico de Liberación (MIL).
Los episodios del mayo francés de 1968 fueron decisivos para que Puig Antich decida implicarse en la lucha contra la dictadura franquista. Su primera militancia será enComisiones Obreras, formando parte de la Comisión de Estudiantes del instituto Maragall. Ideológicamente pronto evolucionó hacia posiciones anarquistas, que rechazaban cualquier tipo de dirigismo y jerarquía dentro de las organizaciones políticas y sindicales en la lucha de la clase obrera hacia su emancipación. Tras iniciar estudios universitarios de Ciencias Económicas, hace el servicio militar en Ibiza, donde es destinado a la enfermería del cuartel. Una vez licenciado, se incorpora al MIL, integrándose en la rama armada. Participa, haciendo de chófer, en las acciones del grupo, que consistían generalmente a realizar atracos a bancos. El botín se destinaba a potenciar las publicaciones clandestinas del grupo y a ayudar a los huelguistas y a los obreros detenidos.
Puig Antich y sus compañeros se movían con facilidad en el mundo de la lucha clandestina y viajaban a menudo al sur de Francia, dónde se relacionaron con viejos militantes cenetistas.
En agosto de 1973, se reunieron en Francia para celebrar el congreso de autodisolución del MIL. El mes siguiente, tras el atraco a una oficina de La Caixa, empezaría una fuerte ofensiva policial contra los militantes del MIL.
Primero cayeron Oriol Solé Sugranyes y Josep Lluís Pons Llobet, y, a continuación Santi Soler, que es detenido, interrogado y torturado y acaba confesando los lugares de encuentro clandestino de sus compañeros. El mismo Santi Soler será utilizado de trampa por la policía de paisano para detener a Xavier Garriga y Salvador Puig Antich. La operación, minuciosamente preparada, se efectuó el 25 de septiembre de 1973 en Barcelona. Los dos anarquistas son detenidos y, acto seguido en el portal del número 70 de la calle Girona, tiene lugar un tiroteo a consecuencia del cual Puig Antich queda malherido y el joven guardia civil Francisco Anguas Barragán resulta muerto.
Puig Antich fue encarcelado, acusado de ser el autor de los disparos que causaron la muerte a Anguas Barragán, y posteriormente juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte por un régimen con sed de venganza tras el atentado contra Carrero Blanco. En toda Europa se organizaron manifestaciones pidiendo la conmutación de la pena capital, pero Franco se mantuvo firme y no concedío el indulto. Salvador Puig Antich, de 25 años, fue ejecutado mediante garrote vil en una celda de la Cárcel Modelo de Barcelona el 2 de marzo de 1974 a las 9:40 horas de la mañana.

 

Por más que callen
por más vueltas que de el mundo
por más que nieguen los acontecimientos
por más represión que el Estado instaure;
por más que se laven la cara con la democracia burguesa;
por más huelgas de hambre que callen;
por más que tengan saturadas las cárceles;
por más pactos que desarrollen con los controladores de clase;
por más guerras y represión que impongan;
por más que intenten negar la historia y la memoria de nuestra clase;
Más alto diremos:
asesinos de pueblos
miseria de hambre y libertad
negociadores de vidas ajenas
más alto que nunca, en grito o en silencio,
recordaremos vuestros asesinatos
de gentes, vidas, pueblos y naturaleza.
De labio en labio, paso a paso, poco a poco.
Salvador Puig Antich

Fuente: Portal Libertario Oaca




miércoles, 14 de noviembre de 2012

PERSONAJES HISTORICOS - LENIN

                                    DOCUMENTAL  "LA REVOLUCION DE LENIN"



                                                
En las últimas décadas del siglo XIX, el abismo existente entre el zar Alejandro III, defensor del absolutismo bizantino de sus antepasados, y la clase cultivada se había agravado hasta tal punto que la lucha contra el zarismo había llegado a ser, entre los rusos cultos, un deber y un honor. La oposición política y el movimiento revolucionario crecían bajo el empuje de una "intelligentsia" que hacía acólitos en las escuelas, en las fábricas, los periódicos y las oficinas. Seis años después de la muerte de su antecesor, Alejandro II, precisamente el 1 de marzo de 1887, un grupo de jóvenes nihilistas intentó acabar con la vida del zar. El atentado fracasó y los terroristas fueron apresados. Entre los condenados a muerte figuraba Alexander Uliánov, el hermano mayor del futuro Lenin. Al enterarse por la prensa de que el grupo había sido ahorcado en San Petersburgo, el muchacho recibió una impresión indeleble, que con el tiempo se transformaría en la más firme y decidida oposición al zarismo. Pero ya entonces, con la lucidez de un visionario, resumía la situación en esta frase de condena a los métodos del terrorismo individual: «Nosotros no iremos por esta vía. No es la buena».

En el camino de la revolución

Vladímir llich Uliánov, conocido como Lenin, nació el 22 de abril de 1870, en el seno de una familia típica de la intelectualidad rusa de fines del siglo XIX. Era el cuarto de los seis hijos habidos por llia Uliánov y María Alexandrovna Blank, quienes se habían establecido el año anterior a su nacimiento en Simbirsk, una ciudad de provincias pobre y atrasada, a orillas del Volga. El padre, un inspector de primera enseñanza, compartía las ideas de los demócratas revolucionarios de 1860 y se había consagrado a la educación popular, participando de la vida de los campesinos rusos confinados en la miseria y la ignorancia. La madre, de ascendencia alemana, amaba la música y seguía de cerca las actividades escolares de sus hijos. Por su carácter apacible y tierno -jamás imponía castigos ni levantaba la voz-, despertó en los suyos un amor rayano en la adoración.


El ambiente estudioso de la casa, donde no faltaba una buena biblioteca, propiciaba el desarrollo del sentido del deber y la disciplina. Vladímir seguía el ejemplo de su hermano mayor, era un muchacho perseverante y tenaz, un alumno asiduo y metódico que obtenía las mejores notas y destacaba en el ajedrez. A los catorce años comenzó a leer libros «prohibidos» -Rusia vivía entonces bajo la más negra represión y la lectura de los grandes demócratas era considerada un delito-.
Cuando Alexander fue ahorcado, al año siguiente de que muriera el padre, la familia debió trasladarse a la fuerza a la aldea de Kokuchkino, cerca de Kazán. En esa época Vladímir abandonó la religión, pues, como diría más adelante, la suerte de su hermano le «había marcado el destino a seguir». En Kazán inició sus estudios de derecho en la universidad imperial, uno de los focos de mayor oposición al régimen autocrático. El mismo año de su ingreso, 1887, Vladímir fue detenido por participar en una manifestación de protesta contra el zar. Cuando uno de los policías que lo custodiaban le preguntó por qué se mezclaba en esas revueltas, por qué se daba cabezazos contra un muro, su respuesta fue: «Sí, es un muro, cierto, pero con un puntapié se vendrá abajo».



Lenin (Óleo de Brodsky)


Expulsado de la universidad, se dedicó por entero a las teorías revolucionarias, comenzó a estudiar las obras de Marx y Engels directamente del alemán, y leyó por primera vez El capital, lectura decisiva para su adhesión al marxismo ortodoxo. Ya en sus primeros escritos defendió el marxismo frente a las teorías de los "naródniki", los populistas rusos. En mayo de 1889 la familia se trasladó a la provincia de Samara, donde, después de muchas peticiones, Lenin obtuvo la autorización para examinarse en leyes como alumno libre. Tres años después se graduó con las más altas calificaciones y comenzó a ejercer la abogacía entre artesanos y campesinos pobres.
Ya en esa época, en el grupo marxista del que formaba parte le decían el Viejo por su vasta erudición y su frente socrática, precozmente calva. El rostro de corte algo mongólico, con los pómulos anchos y los ojos de tártaro, entrecerrados e irónicos, el porte robusto y el poderoso cuello le daban el aspecto de un campesino. Abogado sin pleitos, Lenin se inscribió en las listas de instructores de círculos obreros, llamados «universidades democráticas». Organizó bibliotecas, programas de estudio y cajas de ayuda con el objetivo de enseñar los métodos de la lucha revolucionaria, para formar así cuadros obreros, propagandistas y organizadores de círculos socialdemócratas, con miras a la formación de un futuro partido. Para ello necesitaba contar con el apoyo de los grupos marxistas emigrados, dirigidos por Grigori Plejánov, y en abril de 1895 viajó al extranjero, decidido a estudiar el movimiento obrero de Occidente. Pasó unas semanas en Suiza, luego visitó Berlín y París, donde tuvo como interlocutores a Karl Liebknecht y Paul Lafargue.
Al regresar, fue detenido con su futuro rival Julij Martov por la Ochrana, la policía secreta del zar. En la cárcel, Lenin rápidamente se puso a trabajar. Se comunicaba con el exterior a través de su hermana Ana y de Nadezda Krupskáia, una estudiante adherida al círculo marxista, que, para poder visitarlo en la prisión, había declarado ser su novia. Más tarde, en 1898, un año después de que fuera deportado a la Siberia meridional, cerca de la frontera con China, contrajo matrimonio con Nadezda en una ceremonia religiosa.
En el destierro, la pareja llevó una vida ordenada, sin sobresaltos, que le permitió a Lenin terminar de redactar su primera obra fundamental, El desarrollo del capitalismo en Rusia, en la que sostiene que el país semifeudal avanza decididamente hacia el capitalismo industrial.



En el exilio

Después de casi mil días en Siberia, a poco de comenzar el siglo y con treinta años de edad, Lenin comenzaba su primer exilio en Suiza. Allí, reunido con Martov, puso en marcha un proyecto largamente acariciado: la publicación de un periódico socialdemócrata de alcance nacional. El primer número de Iskra (La Chispa) vio la luz el 21 de diciembre de 1900, con un editorial de Lenin encabezando la primera página. En sus andanzas, entre Munich y Ginebra, fue en esta época cuando se convirtió en el líder de los marxistas rusos, sobre todo después de la publicación del libro ¿Qué hacer?, una de sus obras más importantes, en la que reclamaba la necesidad de una organización de revolucionarios profesionales y sintetizaba la idea del partido como vanguardia de la clase obrera.
Fue justamente la polémica desatada en torno a cómo estructurar el partido lo que provocó profundas divergencias en el 11 Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso inaugurado por Plejánov en julio de 1903. En él se consumó la ruptura entre Martov y Lenin. Desde entonces los partidarios de este último se llamaron «bolcheviques», por mayoría frente al grupo de los «mencheviques», minoritarios. Y desde entonces el partido de cuadros profesionales, centralizado y disciplinado, fue el pilar básico del bolchevismo.
La revolución de 1905, que había estallado en San Petersburgo tras el «domingo sangriento» en que las tropas del zar dispararon sobre manifestantes indefensos, causando más de mil muertos y cinco mil heridos, sorprendió a Lenin en Suiza. La presión de las masas obligó al decadente régimen zarista a hacer algunas concesiones liberales: ahora los bolcheviques actuaban en la legalidad, y ello permitió a Lenin regresar a Rusia en octubre de ese año para ponerse al frente de sus partidarios. Pero las esperanzas de que se produjeran nuevos levantamientos no se concretaron y, ante los intentos de la policía por detenerle, a fines del verano siguiente, Lenin huyó a Finlandia. El proceso insurreccional había sido un fracaso y el gobierno de los zares volvía a endurecer sus métodos, hasta liquidar totalmente las conquistas logradas por la revolución. Sumida en el pesimismo y las rencillas internas, la fracción bolchevique se resintió con la derrota, hasta tal punto que viejos militantes la abandonaron.
Huyendo de la policía, Lenin pasó de Finlandia a Ginebra, donde comenzó su segundo exilio, que habría de prolongarse hasta 1917. En aquella época hicieron su aparición el insomnio y los dolores de cabeza que habrían de perseguirle por el resto de sus días. La vida errante de los exiliados lo llevó a París, donde él y Nadezda soportaron duras estrecheces económicas que les obligaban a dar clases o a escribir reseñas para ganar algo de dinero, en medio de una serie de dificultades. La dureza de aquellos días en la capital francesa se vio en parte aliviada por la presencia de Inés Armand, una militante parisiense, inteligente y feminista, a la que se dice le unió un profundo amor. Fruto de su segundo exilio es la obra publicada en 1909, Materialismo y empiriocriticismo, en la que Lenin expone sus reflexiones filosóficas fundamentales, en un intento de culminar la teoría del conocimiento marxista.
Pasada la etapa de la más dura reacción, que se extendió hasta 1911, comenzaron a llegar noticias alentadoras de San Petersburgo. Una huelga iniciada en los yacimientos del Lena fue bárbaramente reprimida con centenares de muertos, lo que originó un gran descontento y una huelga general. Lenin presentía que se acercaba una ola de efervescencia revolucionaria y abandonó París en junio de 1912 para instalarse más cerca de sus partidarios, en Cracovia. Allí le visitaban los diputados bolcheviques para informarle sobre la situación interna y pedirle instrucciones. En marzo de ese mismo año había aparecido el primer número de Pravda (La Verdad), diario obrero que Lenin dirigía desde el exterior y que pronto gozó de una gran difusión. Así, mientras las grandes potencias ultimaban sus preparativos para la primera conflagración mundial, entre los proletarios rusos crecía la influencia de Lenin.


El estallido de la Primera Guerra Mundial supuso un giro decisivo en la historia del socialismo. Lenin, que había confiado en la socialdemocracia alemana, cuando se enteró de que los diputados alemanes -y también franceses- votaban unánimemente a favor de los créditos de guerra para sus respectivos países, de inmediato denunció la traición. Para Lenin, la guerra no era más que una «conflagración burguesa, imperialista y dinástica... una lucha por los mercados y una rapiña de los países extranjeros». El socialismo occidental, acaudillado por los revisionistas alemanes, había pasado a una evidente colaboración con la democracia burguesa, y por ende, el movimiento internacional estaba roto. Era necesario preparar una conferencia de los socialistas que se oponían al conflicto bélico, para impugnar definitivamente al sector revisionista.
El encuentro se celebró en Zimmerwald, en septiembre de 1915, y en él Lenin intentó sin éxito convencer a los representantes de que adoptaran la consigna: «Transformar la guerra imperialista en guerra civil». Fue en este período de defección de los líderes políticos y de desconcierto para los obreros socialistas, cuando el revolucionario ruso, que hasta entonces era poco conocido fuera de los círculos marxistas de su país, se convirtió en una primera figura internacional. En sus manos, la doctrina marxista recuperó su sentido transformador y su fuerza revolucionaria, como se ve en la obra escrita durante el período bélico, El imperialismo, fase superior del capitalismo, donde usa las herramientas del análisis económico marxista para probar que la revolución, a diferencia de lo que postulaban Marx y Engels, también es posible en países atrasados como Rusia.

La Revolución de Octubre

El cansancio y el derrotismo general en las naciones beligerantes a comienzos de 1917 desembocó en el imperio de los zares en un amplio movimiento revolucionario que, al grito de «¡Viva la libertad y el pueblo!», ganó las principales ciudades. Los trabajadores de Petrogrado se organizaron en soviets, o consejos de obreros, y la guarnición de la ciudad, encabezada por los mismos regimientos de la guardia imperial, se sumó en masa al movimiento. Sin que nadie se atreviera a defenderlo, en la semana del 8 al 15 de marzo el régimen zarista sucumbía para ser reemplazado por un gobierno provisional formado por partidos pertenecientes a la burguesía y apoyado por el soviet de Petrogrado
A través de Pravda, Lenin publicaba sus «Cartas desde el exilio», con instrucciones para avanzar en la revolución, aniquilando de raíz la vieja maquinaria del Estado. Ejército, policía y burocracia debían ser sustituidos por «una organización emanada del conjunto del pueblo armado que comprenda sin excepción todos sus miembros». Un mes después de la abdicación del zar, en abril de 1917, Lenin llegaba a la estación Finlandia de Petrogrado, tras atravesar Alemania en un vagón blindado proporcionado por el estado mayor alemán. A pesar de las disputas políticas que originó su negociación con el gobierno del káiser, Lenin fue recibido en la capital rusa por una multitud entusiasta que le dio la bienvenida como a un héroe. Pero el jefe de los bolcheviques no se comprometió con el gobierno provisional y, por el contrario, terminó su discurso de la estación con un desafiante «¡Viva la revolución socialista internacional!».

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Muchos de sus camaradas habían aceptado la autoridad de dicho gobierno, al que Lenin calificaba de «imperialista y burgués», acercándose así a las corrientes izquierdistas de la clase obrera, cada vez más radicalizadas, y con el apoyo de un importante aliado, Trotski. A pesar de que los bolcheviques aún constituían una minoría dentro de los soviets, Lenin lanzó entonces la consigna: «Todo el poder para los soviets», pese al evidente desinterés de los mencheviques y los socialistas revolucionarios por tomar tal poder.
Para hacer frente a la presunta amenaza de un golpe de estado por parte de los seguidores de Lenin, en el mes de julio la presidencia del gobierno provisional pasó a manos de un hombre fuerte, Kerenski, en sustitución del príncipe Lvov. Al cabo de unos días aquél ordenó que le detuvieran y Lenin se vio obligado a huir a Finlandia: cruzó la frontera como fogonero de una locomotora, sin barba y con peluca, y se estableció en Helsingfors. Fue ésta su última etapa de clandestinidad, que habría de durar tres meses. En ellos escribió la obra que con el tiempo sería calificada de utopía leninista, El Estado y la revolución, por su concepción del Estado como aparato de dominación burguesa, destinado a desaparecer tras la etapa transitoria de la dictadura del proletariado y el advenimiento del comunismo.
A medida que la situación interna se agravaba, Lenin desde el exterior urgía al partido a preparar la sublevación armada: «El gobierno se tambalea, hay que asestarle el golpe de gracia cueste lo que cueste». Ya los bolcheviques controlaban el soviet de Moscú y el de Petrogrado estaba bajo la presidencia de Trotski, cuando, el 2 de octubre, Lenin volvió a entrar clandestinamente en la capital rusa. Cuatro días más tarde se presentaba disfrazado en el cuartel general del partido para dirigir el alzamiento. El día 7 estallaba la insurrección y las masas asaltaban el palacio de Invierno. Según escribe Trotski, Lenin se dio cuenta entonces de que la revolución había vencido, y sonriendo le dijo: «El paso de la clandestinidad, con su eterno vagabundeo, al poder es demasiado brusco, te marea». Y ése fue su único comentario personal antes de volver a las tareas cotidianas. Al día siguiente era nombrado jefe de gobierno y lanzaba su famosa proclama a los ciudadanos de Rusia, a los obreros, soldados, campesinos, ratificando los grandes objetivos fijados por la revolución: construir el socialismo en el marco de la revolución mundial y superar el atraso de Rusia.

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La revolución había llegado al poder, pero ahora había que salvarla, y la tarea más urgente para ello, según Lenin, era firmar la paz inmediata. El Tratado de Brest-Litovsk, signado por Trotski el 3 de marzo de 1918, concertó la paz unilateral de Rusia con Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía. El tratado ahondó aún más las divergencias con los socialistas revolucionarios -que en agosto atentaron contra la vida de Lenin-, y contribuyó a intensificar la decisión de las fuerzas contrarrevolucionarias para derribar al nuevo gobierno con el apoyo de los países aliados, especialmente Francia y Estados Unidos. Durante dos años, entre 1918 y 1920, la guerra civil condujo al gobierno soviético al borde del desastre; por último, el ejército de los contrarrevolucionarios, los «blancos», conducido por antiguos generales zaristas, fue derrotado por el Ejército Rojo, formado por campesinos y obreros y dirigido por Trotski. Pero el país quedó devastado, la economía maltrecha y el hambre se enseñoreó de grandes regiones. El reto más grande de la revolución pasó a ser entonces la reconstrucción económica de Rusia, tarea que Lenin se propuso encarar a través de la NEP (nueva política económica), que detuvo las expropiaciones campesinas y supuso una apertura hacia una economía de mercado bajo control.
Pese a las dificultades de la guerra civil, Lenin concretó en 1919 su viejo sueño de fundar una nueva Internacional. En su opinión, el destino de Rusia dependía de la revolución mundial, y en especial del futuro del movimiento llevado adelante en Alemania por los espartaquistas. El 2 de marzo de 1919, en Moscú, inauguró el Primer Congreso de la III Internacional, invocando a los líderes del comunismo alemán asesinados: Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg. La Comintern elevó el comunismo ruso a la categoría de modelo a imitar por todos los países comunistas del mundo y, al defender los movimientos de liberación nacional de los pueblos coloniales y semicoloniales de Asia, logró ampliar enormemente el número de aliados de la Revolución soviética.
A finales de 1921, la salud de Lenin se vio gravemente afectada: sufría de insomnios progresivamente acusados y sus dolores de cabeza eran cada vez más frecuentes. En marzo del año siguiente asistió por última vez a un congreso del partido, en el que fue elegido Stalin secretario general de la organización. Al mes siguiente se le intervenía quirúrgicamente para extraerle las balas que continuaban alojadas en su cuerpo desde el atentado sufrido en 1918. Si bien se recuperó rápidamente de la operación, pocas semanas después sufrió un serio ataque que, por un tiempo, le impidió el habla y el movimiento de las extremidades derechas. En junio su salud mejoró parcialmente y dirigió la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Pero en diciembre sufrió un segundo ataque de apoplejía que le impidió cualquier posibilidad de influir en la política práctica. Aun así, tuvo la fuerza de dictar varias cartas, entre ellas su llamado «testamento» en la que expresa su gran temor ante la lucha por el poder entablada entre Trotski y Stalin en el seno del partido. El 21 de enero de 1924 una hemorragia cerebral acabó con su vida. El hombre que detestaba el culto a la personalidad y abominaba de la religión fue embalsamado y depositado en un rico mausoleo de la plaza Roja. La lucha contra el Lenin de carne y hueso no había hecho más que comenzar.

 sufría de insomnios progresivamente acusados y sus dolores de cabeza eran cada vez más frecuentes. En marzo del año siguiente asistió por última vez a un congreso del partido, en el que fue elegido Stalin secretario general de la organización. Al mes siguiente se le intervenía quirúrgicamente para extraerle las balas que continuaban alojadas en su cuerpo desde el atentado sufrido en 1918. Si bien se recuperó rápidamente de la operación, pocas semanas después sufrió un serio ataque que, por un tiempo, le impidió el habla y el movimiento de las extremidades derechas. En junio su salud mejoró parcialmente y dirigió la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Pero en diciembre sufrió un segundo ataque de apoplejía que le impidió cualquier posibilidad de influir en la política práctica. Aun así, tuvo la fuerza de dictar varias cartas, entre ellas su llamado «testamento» en la que expresa su gran temor ante la lucha por el poder entablada entre Trotski y Stalin en el seno del partido. El 21 de enero de 1924 una hemorragia cerebral acabó con su vida. El hombre que detestaba el culto a la personalidad y abominaba de la religión fue embalsamado y depositado en un rico mausoleo de la plaza Roja. La lucha contra el Lenin de carne y hueso no había hecho más que comenzar.