Se
hacen llamar hombres de negocios pero se dedican a meter el hocico en
el dinero público. Son mosqueteros de este siglo, son los que nos
roban sin animo de lucro, son los que hacen negocios con lo público y
se forran en privado.
Estudian
el terreno, no dejan nada al azar, conocen las debilidades del
sistema y buscan su presa entre los más corruptos de la manada de
alcaldes, concejales o cualquier tipejo en venta que nos represente y
por tanto, tenga acceso al dinero público.
Todo
se basa en cobrar un precio desproporcionado que no se ajusta al
precio real del servicio, y eso cuando existe el servicio, que ya no
sería la primera vez (ni por desgracia, la última) que se ha pagado
dinero público por servicios o estudios y demás gestiones que no se
han llegado a producir.
El
arte de la subcontratación hace milagros: sin mojar el culo, ni
gastar dinero, ni tiempo, ni siquiera hacer el mas mínimo esfuerzo.
Todo
es margen puro y duro por tener o disponer de información
privilegiada y buenos amigos y contactos. Es pura magia, es dinero
fácil, es el encanto de robar a todos y a la vez a ninguno.
El
dinero público es una tarta muy golosa para todo tipo de empresarios,
políticos y banqueros(mosqueteros todos) que se aprovechan de los
vacíos legales que tiene el sistema para llegar a meter sus sucias
manos en el cajón publico.
Y
saben como hacerlo, de hecho lo hacen muy bien: escondiendo
su fortuna entre sociedades fantasmas y gestores maestros en el arte
de la contabilidad creativa, van vaciando los recursos que después
no llegan para la sanidad, para la educación, ni para las pensiones.
Uno
de los problemas más graves es el pasotismo general de la gente que a
estas alturas y vistos los precedentes ya debería saber que las
cuentas públicas son eso, públicas, y por lo tanto de dominio
público, es decir, que se publican y todos podemos y debemos echarles
un vistazo. Al no hacerlo la mayoría de nosotros estamos
siendo como mínimo ingenuos, pues si prestáramos atención a como
se reparten, se gastan y se justifican las partidas de dinero público
nos llevaríamos las
manos a la cabeza y entenderíamos muchas cosas que podrían hacer
que la sociedad empujara fuertemente en la dirección correcta( la
que hace ya demasiado dejamos atrás), una ruta compleja y llena de
obstáculos pero absolutamente necesaria.
Es
absurdo estar mas informado de fútbol, realitys o cualquier otro
entretenimiento, que de la gestión de los que nos representan, y
hasta que cambiemos esa mentalidad(incrustada por intereses ajenos a
la sociedad) no seremos capaces de avanzar y seguiremos dando tumbos
a merced del mercado, las privatizaciones,(liberalizaciones les
llaman ellos) el abuso de los poderosos y los recortes en los
derechos básicos del individuo.
Y
es que la gente tiende a no tener ni idea de lo crucial, tienen la
errónea percepción de que con votar cada cuatro años ya han
cumplido. Pero elegir entre la mierda o el estiércol no deja mucho
margen para el cambio. Cuando el bipartidismo nos invade y la
izquierda no existe, es complicado tener esperanza.
Cuando
los rivales políticos son amigos y comparten la idea de seguir
robando y no dejar que nadie honrado se cuele en su mundo, es difícil
creer en algo y mucho menos en ellos, o en el sistema que
representan.
El
capitalismo se ha comido a la democracia y ha convertido a la
justicia en una puta barata que vende sus encantos por unos billetes.
Pero
es que hay gente a la que no se le puede pedir mas, creen que ya
habrá alguien que controle a los corruptos, que la clase política
no permitirá que la clase financiera imponga sus intereses a los de
todos, que en general vivimos bien y en libertad(cada vez estoy mas
convencido de que la gente no conoce el verdadero significado de esta
palabra).
No
tienen ni idea de lo que en su país y su mundo se esta cociendo
delante de sus narices.
Aún
no se han dado cuenta de que el sector financiero ha conseguido el
control por medio de la deuda. Todos los países desarrollados han
tirado del endeudamiento, en muchos casos para no hacer pagar
impuestos a los poderosos.
Es
mucho más complejo y enmarañado, pero en la practica fue como una
especie de contraprestación envenenada: ellos(los poderosos) podían
seguir con sus negocios sucios, sus millones en dinero negro y sin
pagar ni la cuarta parte de los impuestos
que les correspondía, y nuestros representantes(los políticos) a
cambio recibirían de los poderosos(por medio del sector bancario)
los créditos que necesitaran para cuadrar las cuentas y darse sus
caprichos de mosquetero feliz.
Todo
muy bonito sino fuera porque ahora todos esos países “libres y
demócratas” están a merced de el sector financiero a causa de el
endeudamiento brutal que padecen. Por cierto, ¿a que no sabes quien
pagara todo ese dinero?
¡Pues
claro, nosotros!, y ahora dirán “que tenemos que apretarnos el
cinturón, que a ver si da para las pensiones, que hay que abaratar
el despido para ser competitivos y generar empleo,(de MIERDA, eso si)
recortar el presupuesto para la sanidad, la educación”, y otra vez
los más débiles a comerse el muerto que han matado los más fuertes.
Porque
no puede ser que los especuladores se lo hayan llevado crudo, que los
políticos se hayan vendido al mejor postor y que nosotros estemos
distraídos sin enterarnos de nada.
Por
eso y mucho mas, no podemos seguir mirando para otro lado y dejando
que nos quiten todo lo que tanta sangre costo conseguir.
Por
desgracia no sabemos( y algunos no quieren saber) muchas de las
medidas económicas que se toman a espaldas del ciudadano común.
Son
medidas que ellos necesitan para mantener en marcha el sector, un
sector despiadado que convierte en piedra los avances y en oro sus
negocios. En la practica son recortes sociales del tipo que atrae la
pobreza a un ritmo acelerado e imparable. Así que es
mejor no darles mucho eco, no vaya a ser que el vulgo despierte y les
pillen con las manos en la caja.
Hay
situaciones tan ridículas como reales, la banca no concede créditos
a las personas con pequeñas empresas o a trabajadores con nomina. Ya
no los conceden ni hipotecando una casa,(debe ser que tienen muchas)
dicen que no pueden, que no tienen, y sin embargo si conceden
créditos para especular. Cualquier persona puede especular con bonos
americanos o de cualquier país, apostando por su caída, y la
banca(¡entonces si!) te adelanta los fondos. Esto a gran escala es
lo que hacen los nuevos amos del planeta, y lo hacen apostando muchísimo
dinero por la caída del precio de los bonos de un país, es decir,
si ese país va mal a ellos les va muy bien. “Curiosamente”
suelen ganar, usan su poder para
conseguirlo, aquí no importa el patriotismo(muchos de ellos se
benefician del desastre económico de su propio país) aquí solo
importa el beneficio.
Es
una auténtica vergüenza, los mosqueteros lo controlan todo y no se
cansan de robar y robar dinero publico. Nosotros perderemos calidad
de vida y derechos como la educación, la sanidad, y las pensiones,
para que nuestro país vaya pagando la deuda de los que cobran hasta
porque el país este como esta, echo una mierda.
Y
mientras tanto, a lo lejos, los mosqueteros levantan sus copas y
gritan a viva voz:
“Lo
de todos para uno y lo de uno para todos”
El
vulgo no escucha las risas y el jolgorio, están demasiado ocupados
limpiando la abundante y asquerosa mierda que los mosqueteros van
dejando por ahí, ese es su regalo, coge los guantes que aquí hay
trabajo para todos.(¡para que luego digan!)
Extraido del libro "HOMBRE ATADO, MERCADO LIBRE" de Yago R.F.
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