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miércoles, 15 de agosto de 2012

DOCUMENTAL - SHOAH



                                   
                                                   DOCUMENTAL "SHOAH" (1985) 




                                                        

"Shoah" ("aniquilación" en lengua hebrea) es una revisión de la memoria del Holocausto en primera persona. Las víctimas, los testigos, todos aquellos que vivieron el horror y pueden, obligándose a recordar, devolver al presente una realidad que no debe caer en el olvido. 

Imprescindible documental sobre el holocausto, debido al francés Claude Lanzmann. El cineasta prescinde de imágenes de la época, y entrega más de nueve horas de metraje de material filmado por su equipo, que recoge testimonios de supervivientes de los campos de Chelmno, Treblinka, Auschwitz y otros lugares, así como de lugareños que veían lo que estaba sucediendo cerca de sus casas, e incluso de un soldado de la SS. El conjunto es escalofriante, y está rodado casi en su integridad en los lugares donde ocurrieron los hechos descritos, tal y como se encontraban en los años 80.
Explica Lanzmann que para él existe una cierta "obscenidad" en el intento de comprender cómo pudo suceder tal horror, la eliminación sistemática de judíos. Para el cineasta el "no comprender" era "la única actitud posible, ética y operativamente a la vez", para acometer su film. De ese modo, con "una mirada frontal", se evitan las distracciones y se entregan los terribles hechos desnudos.
La película hace un notable esfuerzo por unir pasado y presente al visitar los escenarios tal y como están en la actualidad. Quizá el conjunto podía haber ganado en agilidad, si no se incluyeran en muchos pasajes las preguntas del director a los testigos, y la traducción de una intérprete, y lo mismo con las respuestas, lo que ralentiza el documental. Muchas secuencias las entrega con cámara subjetiva, por ejemplo simulando el recorrido que los prisioneros hacían hasta las cámaras de gas, o el recorrido de los trenes de la muerte. Los testimonios son de enorme interés, histórico y humano, y como dice Lanzmann, "no tenía que decirlo todo", "la gente tenía que hacerse preguntas". Y desde luego muchos interrogantes sobre los abismos de vileza de que es capaz el ser humano quedan flotando el aire.
 
El francés Claude Lanzmann dirige un impresionante documental de 9 horas y media sobre el Holocausto sin usar imágenes de archivo ni recreacciones de ficción, tan sólo con la narración minuciosa de las experiencias de las víctimas y los testigos. Unas palabras que obligan al espectador a realizar un ejercicio de insoportable imaginación sobre el dolor, el espanto y la degradación humana ocurrida en los campos de exterminio. Unas palabras con el fin último de la reflexión y de que jamás caiga en el olvido. Es largo, y no es ameno. Poco importa. Es "Shoah", un imprescindible y sobrecogedor documento histórico que traspasa el valor de mero documental.

 "Monumental trabajo en el que el cineasta francés Claude Lanzmann invirtió 11 años de su vida, un terrible acercamiento documental al holocausto. 'Shoah' supone para el espectador un viaje al centro mismo del exterminio judío, una cadena que lo ata ante la pantalla para impedir que pueda mirar hacia otro lado. Algo de eso es 'Shoah': la historia de personas que miraban hacia otro lado; también la de seres humanos que se acostumbraron a convivir con el horror hasta que se convirtió casi en algo cotidiano; también la de quienes sucumbieron ante la mano nazi y la de quienes vivieron para contarlo, marcado para siempre. Ante la cámara de Lanzmann desfilan supervivientes, oficiales, civiles ucranianos y polacos... Todos ellos se convierten en símbolos de la Europa que callaba ante la tragedia que vivían en el Este: en Treblinka, más tarde en Auschwitz... Quizá sea fácil hablar de películas imprescindibles. 'Shoah' lo es por encima de cualquier otra." Miguel Ángel Palomo 
 

Más de nueve horas de extraordinario documental sobre el exterminio nazi.
Algo monumental, descomunal, acojonante.
Una dolorosa obra maestra sólo apta para tipos duros.
Es probable que si la aburrida Lista de Schlinder tiene tanta buena fama entre los cinéfilos de segunda división, sea solamente porque muy pocas personas han conseguido el doble reto de a) Ver Shoah entera y b) Resistir las tentaciones suicidas que ésta provoca.
          




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