Páginas

miércoles, 25 de julio de 2012

LOS HEROES OLVIDADOS DE EL ATALAYON Y SANIA RAMEL



Son las cinco de la tarde del viernes,17 de julio de 1936. Un grupo de tropas moras de Regulares, apoyadas por una sección de infantería, las primeras unidades del ejército de África que iniciaban la sublevación, se lanzan al asalto, por sorpresa, de labase de hidros de El Atalayón, próxima a Melilla.

Con la mayoría de la tropa de permiso y los motores de los hidroaviones desmontados para una revisión mecánica, están seguros de no encontrar oposición. Sin embargo, eljefe accidental de la base, el capitán de aviación Virgilio Leret Ruiz, revólver en mano, les ofrece fuerteresistencia.

Leret consigue que algún personal le secunde y resisten durante tres horas, contra un número de tropas asaltantes muy superior, hasta acabar la munición.

Es en ese momento cuando el capitán Leret sale al exterior y arrojando el arma al suelo rinde la posición, asumiendo para sí toda la responsabilidad"Yo soy el jefe y estos hombres se han limitado a seguir mis órdenes".

Un gesto gallardo pero también vano. Los rebeldes le fusilarán, semidesnudo y con un brazo roto,  con dos de sus subordinados, los alféreces González y Calvo, seis días después sin formalización de causa.

Hidroavión Dornier Wall como los que se encontraban en la base de El Atalayón

Así terminaba la primera batalla de la Guerra Civil Española, que arrojó el balance de varios heridos leves en ambos bandos y las dos primeras bajas, ambas de los soldados atacantes.


La historia oficial afirma que Leret, los alféreces y otros suboficiales fueron ejecutados al amanecer del 18 de julio, momento en el que se iniciaba lasublevación en buena parte de la península.

Esta versión de los hechos se contradice con la extraoficial que circuló por Melilla –plasmada en las memorias de la esposa de LeretCarlota O’Neill- en la que se afirma que serían encarcelados en el fuerte de Rostrogordo y fusilados el 23 de julio.

Los cadáveres serían enterrados en una fosa común, según la versión de lossublevados. Pero en la actualidad aún no se conoce el lugar donde descansan losrestos del capitán Leret y de sus compañeros, considerados por muchos losprimeros fusilados de la Guerra Civil.




Virgilio Leret junto a su esposa, Carlota O'Neill, y sus hijas. 


La tragedia no terminó aquí para lafamilia del capitán. Su esposa fueencarcelada durante cinco años tras un simulacro de juicio donde perdió la patria potestad de sus hijas, que fueron internadas en un orfanato.

Leret fue una víctima más de la guerra civil, sí, pero una víctima muysingular. Nacido en Pamplona en 1902, fue militar, aviador e ingeniero, además del inventor de uno de los primeros motores a reacción. Si bien no puede afirmarse rotundamente que idease el primer motor a reacción, su "Mototurbocompresor de Reacción Continua" fue coetáneo, si no anterior, de los de sus colegas Hans von Ohain o Frank Whittle, quienes se llevaron la gloria del hallazgo.

De no haber sido por la Guerra Civil, quizá ese honor habría correspondido también al capitán Virgilio Leret.

Al caer la tarde del 17 de julio, las noticias de lo ocurrido en El Atalayón, de la sublevación en Melilla y de la detención del general Gómez Morato, máxima autoridad militar, llegaron a oídos del comandante Ricardo de la Puente Bahamonde, primo hermano de Franco y jefe de las Fuerzas Aéreas con base en elaeródromo de Sania Ramel, a escasos kilómetros de Tetuán.
Comandante Ricardo de la Puente.  


Aunque se habían criado como hermanos y Ricardo había conseguido también como su primo Francisco los más altos logros de su carrera militar en  África, se empezaron a distanciar tras la revolución de Asturias de octubre de 1934. Reprimida por el propio FrancoDe la Puente Bahamonde fue destituidofulminantemente de su puesto porapoyarla. Es conocida la frase queFranco dirigió a su primo Ricardo en una de sus muchas discusiones: "Un día voy a tener que fusilarte".

El aeródromo de Sania Ramel fue el primero que se construyó en el protectorado español de Marruecos. Una vez iniciada la sublevación y, dada su proximidad con Tetuán, propició que fuese elegido para el aterrizaje de Franco a bordo del "Dragon Rapide", habida cuenta que el aterrizaje en Tánger, destino inicial, era peligroso, pues la autoridades republicanas esperaban su llegada.

No es arriesgado suponer que  Franco, perfecto conocedor de la ideología de suprimo, sabía que éste no cedería con facilidad a las presiones y sería necesariotomar el aeródromo por la fuerza.

De la Puente tampoco tiene dudas de que esa misma noche será atacado el aeródromo, por lo que toma medidas para retrasar, lo posible, la entrada de los hombres de Yagüe, acuartelados en Dar Riffie. Con este objetivo, detiene a varios oficiales comprometidos con la sublevación y, con los veinticinco hombres leales que le quedan, organiza la defensa.

Aeródromo de Sania Ramel.

Envía a uno de sus capitanes con variascamionetas por la carretera de Ceuta, para que las hagavolcar en un puentecercano, impidiendo el paso de las tropas amotinadas. Hace iluminar la carretera con los faros del resto de vehículos disponibles e instala cuatroametralladoras sobre una torreta de la base.

Madrid le ha asegurado que mandan varios aviones de refuerzo y que debe resistir a toda costa.

A las dos de la madrugada, ya del 18 de julio, recibe una llamada del jefe de la sublevación en Tetuán, el teniente coronel Sáenz de Buruaga. Si De La Puente no depone su actitud, una columna de artillería y tropas de regulares cercarán el aeródromo.

Los aviones de Madrid siguen sin llegar, pero De La Puente se mantiene firme.«¡Tendrán que pasar por encima de los que defendemos al gobierno legal en este momento! ».
Las fuerzas atacantes tienen mucha precaución en no dañar la pista de aterrizaje, que será utilizada en pocas horas por el avión que trae a Franco.

En menos de media hora empiezan a registrarse los primeros heridos entre losescasos hombres de los que dispone De La Puente. El comandante no tarda en comprender que los aviones prometidos no van a llegar nunca y  que resistir sólo servirá para aumentar el derramamiento de sangre.

 Antes de entregarse, no obstante, ordena a sus hombres que averíen varios avionesBreguet XIX, rompiendo sus depósitos de gasolinaradiadores y las ruedas del tren de aterrizaje para que no puedan ser utilizados por los sublevados.

Fortaleza de Monte Hacho, en Ceuta.



A las 05.15 horas de lamadrugada del 18 de julio, enarbola un pañuelo blancoy entrega su pistola al comandante de los sitiadores. Él y todos sus hombres son detenidos y trasladados a la fortaleza del monte Hacho de Ceuta.

Tras un simulacro de juicio en el que es acusado, paradójicamente, de “traición”por los que han traicionado su juramento de defender a la República, el comandante De la Puente Bahamonde es fusilado el 4 de agosto de 1936, en los muros exteriores de la fortaleza.

Franco tiene en sus manos la posibilidad de indultarle. Debe de pensar que cualquier condena que no sea la ejecución sera considerada un signo de debilidad, pero firmar la sentencia de un familiar tan cercano puede ser inquietante. Y no lo hace. Decide ceder su firma al segundo jefe, Luis Orgaz, quien la rubrica.

Así puede lavarse las manos y cumplir el viejo augurio que le había hecho a su primo.

Plano del motor a reaccióndiseñado y patentado porVirgio Leret

Virgilio Leret Ricardo de la Puente fueron de losprimeros muertos de laGuerra Civil. No sólo fueroneliminados físicamente por los golpistas de Franco. También trataron deborrarlos de la historia.

Además de ser militares muy condecoradosLeret fue además un brillante ingeniero que patentó el motor a reacción. El primer reconocimiento que obtuvo del Ministerio de Defensa  fue en1999. La revista "Aeroplano" reconocía su aportación a la aeronaútica española pero ocultaba que murió fusilado por ser un fiel servidor de la República.

Tanto Leret como De la Puente estaban en el punto de mira de los golpistas quetraicionaron  su deber de defender el orden legalmente constituido. El primero  fuearrestado en varias ocasiones, en 1931 y 1934, por su negativa a perseguir a los aviadores que tiraron panfletos republicanos durante la sublevación del Cuartel de Cuatro Vientos.

La universidad de Oviedo, arrasada en 1934 por los bombardeos gubernamentales.  

En cuanto al  comandante De la Puente, era un militar muy significado no sólo por sus ideas republicanas, sino también por sus simpatíascon el movimiento obrero. En octubre de 1934 se habíanegado a bombardear a losrevolucionarios asturianos por lo que fue destituido de su puesto de jefe de la base aérea de León por el propio Franco.

Ambos reúnen méritos suficientes como para ser recordados por las futuras generaciones. Pero son unos auténticos desconocidos en su propio país.

Sirvan estas líneas para homenajear a unos héroes cuyos nombres, junto al de miles de otras víctimas, permanecen injustamente en el olvido.

Fuente: Fusilados de Torrellas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario